Yassine Bounou rubricó de la mejor manera posible una temporada de altibajos para él. Rozó la gloria con Marruecos en Qatar, donde tuvo buena culpa de las históricos semifinales alcanzadas, pero en el Sevilla FC alternó las buenas actuaciones de siempre con lesiones, fallos incomprensibles y golpes de infortunio. Cuando todo sale mal, siempre puede ir a peor. En las eras de Lopetegui y Sampaoli, se contagió de la caída libre colectiva. Y, cuando llegó Mendilibar, apostó por Dmitrovic, al que conocía del Eibar y que renunció a ir con Serbia en una fecha FIFA. Al menos, el de Zaldívar, tan sabio como justo, dejó al canadiense de cuna la Europa League, por lo que el susodicho decidió alargarla al máximo. De nuevo la Roma se cruzaba en su camino y de nuevo le trajo suerte. De menos a más, el ex de Atlético y Girona se fue calentando con intervenciones decisivas hasta lo que más le gusta, la tanda de penaltis. Y, ahí, Bono es 'molto longo'.
BONO: 9
Concentrado y bien colocado para abortar el primer aviso de Spinazzola, no pudo hacer lo propio en el 0-1 cruzado de Dybala, que le pasó junto al cuerpo. Lo acusó en la siguiente falta, quedándose a media salida, pero se mostró más confiado y seguro a partir de entonces, con intervenciones salvadoras ante Abraham y Belotti para llegar hasta una tanda de penaltis donde es un baluarte. Paró uno, apuró en otro tanto que éste acabó en el palo y, en definitiva, volvió a ser clave.
JESÚS NAVAS: 8
Vigilado a menudo por hasta dos rivales, colgaba balones en el área romanista más frontales y lejanos de lo que le gusta. Cuando le dejaron hacerlo, al borde del descanso y justo tras él, marcó diferencias. En uno cerradísimo llegó el empate. Inmenso al corte tanto por alto como por bajo en la recta final mientras le aguantó el físico.
BADÉ: 5
Encargado de no dejar pensar ni darse la vuelta a Tammy Abraham, no pudo con la calidad y velocidad de Dybala en el primer gol. Mucho más entonado con el paso de los minutos.
GUDELJ: 6
Tiró de contundencia para no sufrir demasiado al corte. En inferioridad, le bloquearon varios intentos de disparo desde lejos, cuando ya aprovechaba su condición de pivote para ganar metros.
ALEX TELLES: 6
Atento a las subidas de Çelik y saltando a las coberturas a Gudelj. Se animó a proyectarse en la segunda mitad, con un par de buenos centros y un disparo desviado. Se fajó por alto en los centros laterales. Aguantó, exhausto, hasta la prórroga.
FERNANDO: 8
Rodeado de muchas piernas, intentó imponer su experiencia y su clarividencia. Dio un paso al frente con el paso de los minutos para imponer su ley, como si hubiese estado ahorrando gasolina. Cuando en los otros hace estragos el cansancio, sacó el metrónomo que llega dentro.
RAKITIC: 8
No se puso nervioso, viniendo a recibir a la 'sala de máquinas' y repartiendo juego tanto en corto como en largo. Está en un estado de forma envidiable, lo que le permitió anticiparse en muchos cruces y ganarlos. Un exceso de confianza costó un gol y trató de redimirse con un zurdazo que escupió el poste en el 45+6. Su crecimiento desde entonces fue descomunal, volviendo a ser ese 'box to box' que ha deslumbrado desde la llegada de Mendilibar.
OCAMPOS: 7
Debía no sólo atacar, sino ayudar a Navas con Spinazzola y Pellegrini. No logró conectar, pese a buscar un sinfín de centros colgados. Estuvo a punto de forzar un penalti sobre la bocina, pero el VAR lo invalidó. No falló en la tanda final.
ÓLIVER TORRES: 5
No le dejaron elaborar y romper líneas como acostumbra. Lo intentó con movimientos fuera-dentro-fuera para generar y aprovechar espacios. Sacrificado al descanso en busca de otras fórmulas más directas.
BRYAN GIL: 4
No le salió casi nada en el primer tiempo, hasta el punto de tener que abandonar la banda para buscar el balón por parcelas interiores. No saltó en la segunda mitad.
EN-NESYRI: 5
Peleó todos los balones aéreos, con la consigna de peinarlos o bajarlos con el pecho para distribuir en pos de la segunda línea, aunque Smalling le pagó prácticamente siempre en los cielos. Su porfía a pase de Navas obligó a Mancini a intentar despejar, metiéndola en su propia meta.
SUSO: 8
Metió miedo: la esconde, fuerza faltas, sirve centros con música... Su entrada dinamitó el partido en el mejor momento. Probó desde lejos a Rui Patrício, pero, por encima de todo, manejó el tempo del encuentro para poner por delante en las sensaciones a los blanquirrojos. Mendilibar estará orgulloso de su derroche, también defensivo, con faltas tácticas y buenas decisiones por lo general.
LAMELA: 5
Con él, el Sevilla ganó uno contra uno, desborde y maldad en los últimos metros. Se le fueron dos controles orientados en ataques prometedores durante el alargue de la segunda parte, mientras que fue bloqueado a bocajarro cuando remató una dejada de En-Nesyri. Se jugó la roja dejando el codo fuerte contra la boca de Ibáñez en la prórroga.
REKIK: 6
No se conformó con su rol defensivo, propio quizás de un central reconvertido, sino que se animó a subir y a encarar a Zalewski con osadía y acierto.
MONTIEL: 5
Profundidad sin demasiado control, apostando por balones llovidos y poco precisos. Estaba de suspenso, pero se redime con el penalti que, a la segunda, dio un nuevo título al club.
MARCAO: s.c.
Salió en el 128, forzando por la lesión de Gudelj en el penúltimo partido de una temporada que ya tenía, según los médicos y los técnicos, amortizada por su enésima lesión.
JOAN JORDÁN: s.c.
Otro al que le tocó arrimar el hombro fuera de tiempo ya, pues Fernando no podía ni apoyar un pie.
JOSÉ LUIS MENDILIBAR: 10
Tenía en mente un once más agresivo de lo que luego resultó, lo que solucionó al descanso apostando por la verticalidad de Suso y Lamela, además de una bronca seguro para despabilar a los suyos. Exprimió a sus laterales hasta la prórroga y apostó por la naturalidad en las sustituciones, consiguiendo que el Sevilla fuese siempre reconocible. Quizás el que más se merece este título, porque levantó un 'muerto' y nunca ha pedido una renovación que merece de todas todas.