Mourinho, erre que erre, no se quita de la cabeza al Sevilla

"Si digo lo que pienso, me sancionan con diez partidos", apunta el portugués sobre el arbitraje del inglés Anthony Taylor, que ya le costó una exclusión de cuatro

Mourinho, erre que erre, no se quita de la cabeza al Sevilla
El portugués, indignado por una de las decisiones de la final de la UEL en Budapest. - UEFA
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El portugués José Mourinho, entrenador de la AS Roma, volvió a la carga contra el arbitraje de la final de la pasada edición de la Europa League ante el Sevilla FC del 31 de mayo, tras la que fue sancionado con cuatro partidos por sus declaraciones en la rueda de prensa posterior al partido y por increpar al equipo arbitral en el aparcamiento del Estadio Puskás Arena de Budapest. El técnico setubalense tuvo que elegir entre varios partidos históricos de su carrera en una publicación de Sky Sports Italia en Instagram. Una de las diatribas señaladas que propuso la cadena televisiva era entre la final de la UEL que ganó con el Manchester United ante el Ajax o la que los 'giallorossi' perdieron ante el conjunto nervionense.

"Para mí es lo mismo. Ganar la Liga Europa con el Manchester es una emoción normal. En cuanto a la otra, sin embargo... Si digo lo que pienso, me sancionan con 10 partidos", afirmó, en relación a la denuncia que hizo de que el colegiado de esa contienda, Anthony Taylor (al que le reclama un par de penaltis sobre la bocina), con el espectáculo posterior fuera del césped, donde, incluso, se llegó a rumorear que hubo un fuerte intercambio de impresiones con el meta blanquirrojo, Marko Dmitrovic. Todo, al final, anécdotas en clave sevillista, pues el éxito de conquistar la Séptima lo solapa todo a orillas del Guadalquivir, dejando el resto en ruido.

También le propusieron elegir entre dos imágenes de un mismo partido, el Barcelona-Inter de 2010 en el Camp Nou, correspondiente a la vuelta de las semifinales de Liga de Campeones, que acabó levantando el conjunto interista. En una de ellas, Mourinho sale hablando a la oreja de Pep Guardiola mientras éste alecciona a Zlatan Ibrahimovic; en la otra, se ve al preparador ex madridista celebrando con el puño en alto en el césped, conseguida ya la clasificación. "La segunda, sin duda. En la primera eran 'juegos mentales', y, en la otra, disfrute absoluto", comentó para zanjar la polémica que rodeó su actuación en aquel duelo.

Además, eligió el partido correspondiente a la final de Liga Conferencia ante el Feyenoord, cuando ganó el título, antes que las semifinales ante el Leicester en el Olímpico de Roma. "También podría haber indicado el otro. Nunca he llorado en el campo después de una derrota y, a veces, lloro después de una victoria. Estos dos partidos son históricos para el Roma", sentenció.

EFE