Pacheta salvó un ‘match ball’ en Chipre. Cuando todo parecía perdido, con su puesto en serio peligro y todas las miradas apuntando a Marcelino García Toral como su posible relevo, el Villarreal le dio la vuelta al encuentro en su visita al Maccabi Haifa para vencer por 1-2. Dos goles de Baena y Sorloth en los diez últimos minutos que permiten respirar al entrenador burgalés, que ve colocarse a su equipo segundo en el Grupo F de la Europa League con seis puntos, tres menos que el Rennes y dos sobre el Panathinaikos, con un partido menos que ambos.
El ex técnico del Valladolid apostó de inicio por un once plagado de jugadores poco habituales, con la idea, pese a todo, de imponer su dominio ante un rival teóricamente inferior, que aún no había visto portería en sus dos primeros partidos en esta fase de grupos. De hecho, ambos equipos se medían en la ciudad chipriota de Larnaca, a puerta cerrada, después de que se suspendiera el pasado 26 de octubre el encuentro que debía enfrentarles en el Estadio de la Cerámica por el conflicto entre Israel y Palestina.
Tras casi un mes sin poder entrenar con normalidad, el conjunto israelí, ‘apoyado’ solo por unos 1.400 globos de colores azul y blanco en recuerdo a los "a los 1.400 asesinados" por Hamás en los atentados del 7 de octubre, según informó el club, comenzó metido muy atrás ante el dominio de un Villarreal que no conseguía transformar su posesión en claras ocasiones.
Así, llegaron sendos disparos lejanos de Bereton y Trigueros, bien resueltos por el meta local, que se lució en el minuto 16 tras un chut del propio delantero chileno que tocó en un defensa. Pero mediada la primera mitad, el Maccabi Haifa comenzó a estirarse y afloraron los problemas defensivos de un conjunto castellonense sin profundidad.
Lo intentó primero Pierrot con un remate centrado que atajó Reina en dos tiempos, tras un despiste defensivo amarillo, y seguidamente la tuvo Cornud, antes de que llegase la jugada polémica del encuentro. En el 29’, en una acción a balón parado, Seck le cogía muy fácil la espalda a Alberto Moreno y lograba el 1-0, si bien parecía que su posición no era legal. Tras una larga revisión por parte del VAR, sin embargo, el colegiado daba validez al gol, pues Gabbia rompía la línea del fuera de juego con su pie derecho.
Mazazo para un Villarreal que dispuso casi a renglón seguido de dos claras ocasiones para igualar la contienda, gracias a un claro penalti sobre Bereton. Sin embargo, Keouf respondió con un paradón al lanzamiento de Sorloth e hizo lo propio ante Trigueros después de que desde el VAR se ordenase repetir la pena máxima al haber entrado un jugador del Maccabi en el área antes de tiempo.
De ahí al final del primer tiempo, las mejores ocasiones fueron de los de Pacheta, gracias sobre todo a un activo Sorloth, cuyo disparo fue salvado por Sundgren sobre la línea de gol cuando Bereton se disponía a remachar a la red. Y con ese mismo afán salieron los amarillos tras el descanso, tratando de poner una marcha más que, sin embargo, fue cayendo en el letargo con el paso de los minutos.
Como en el arranque del primer tiempo, los israelíes se metían muy atrás y al Villarreal le costaba generar verdadero peligro. Y superado el cuarto de hora, volvieron a llegar los avisos del Maccabi a la contra, con una buena ocasión de Khaliali. Corrían los minutos y el puesto de Pacheta parecía pender de un hilo. Pero los cambios surtieron su efecto y apareció Baena para recoger un balón en la frontal y firmar el empate con un disparo raso en el 81, rozando el 1-2 con otro duro remate sólo dos minutos después.
Los castellonenses no se conformaban y el premio llegó en el 86, cuando Sorloth, al fin, encontraba la recompensa a su insistencia tras un centro-chut de Alberto Moreno. Aún hubo que sufrir para amarrar la victoria, porque el Maccabi se lanzó a por todo y tuvo un par de llegadas muy peligrosas. Pero el pitido final supuso un alivio para todos en el conjunto amarillo, especialmente para su entrenador.