A Gareth Southgate le están lloviendo críticas desde todos los ámbitos. Desde la prensa, desde el aficionado, desde las redes sociales... Pero lo más triste para el técnico británico es que la mayoría de ellas están totalmente justificadas, ya que no ha conseguido sacar el mejor rendimiento de una plantilla excelsa en lo que llevamos de competición. Eso sí, ante las críticas, el preparador se ha mostrado serio y bien posicionado: no le importa lo de fuera ya que él mismo es su mayor crítico.
"Ese es el mundo en el que estamos. Soy ajeno a ello, no me importa en absoluto. Lo que me importa es guiar a este grupo de jugadores a lo largo del torneo. Somos un equipo de alto nivel. Me siento muy cómodo con esa vida. No necesito escuchar a los de fuera, porque yo soy mi mayor crítico, y creo que la mayoría de los jugadores también lo son. Así es como se entrena a un equipo y se mejora su rendimiento", comentaba al respecto el seleccionador.
El propio seleccionador ha admitido que durante los últimos días ha mantenido conversaciones con muchos de sus futbolistas en el campo de entrenamiento, al igual que también muestra cómo se está viviendo esta situación: "Lo que yo diga es bastante irrelevante, tenemos que hacerlo sobre el terreno de juego. Todos estamos de acuerdo. El camino a seguir es bastante sencillo de definir, y tenemos que llevarlo a cabo. Espero que lo hagamos mañana. El ambiente es muy bueno. Conocemos el mundo en el que vivimos, siempre habrá ruido externo pero no debe afectarnos. Lo importante es lo interno".
Puso el foco en la defensa como el sitio en el que debe mejorar el combinado británico dejando claro cuál es el mal endémico que le ha llevado a no dar su mejor versión: "Contra Serbia intentamos encontrar un equilibrio. Necesitábamos una zaga capaz de mantener la portería a cero. Hay que defender bien. Aunque no hemos utilizado el balón como nos hubiera gustado. Tenemos que darle la vuelta al balón más arriba y eso es algo en lo que hemos estado trabajando".
Al igual que parecía un secreto a voces que iba a hacer cambios contra Dinamarca y no fue así, hay que ir con pies de plomo en los pronósticos ante Eslovenia. Al final, independientemente del once que ponga, todas las críticas las marcará el luminoso: "Nuestro rendimiento tendrá que hablar por sí mismo. Es importante responder a las preguntas lo mejor que pueda, pero se me juzgará por la forma en que juegue el equipo. Lo entiendo y me siento cómodo con ello".