Álvaro Morata, delantero del Atlético de Madrid y de la Selección Española, ha vuelto a dejar en el aire su futuro pero esta vez no solo en el conjunto colchonero, sino también como futbolista internacional de España. En un verano donde se está hablando mucho de su posible salida del Metropolitano, el delantero madrileño ha reconocido que dejar la Selección Española es una posibilidad tras acabar su participación en la Eurocopa.
"Puede ser, es una posibilidad de la que no quiero hablar mucho, pero es probable", ha admitido en una entrevista a El Mundo, donde además ha dicho que disfruta más jugando fuera de nuestro país: "Soy más feliz fuera, porque la gente me respeta. En España no hay respeto por nada ni por nadie".
En la misma entrevista, Álvaro Morata ha hablado de como lleva el día a día en la concentración donde no abandona el papel de capitán en ningún momento, apoyando a los compañeros que tienen menos minutos: "Me gusta que todos los que jueguen menos se sientan importantes. Nunca sabes cuándo te va a llegar el momento. A Dani Olmo le dije que le llegaría, y le llegó, y a Mikel igual". Pero no queda ahí su labor, como líder del grupo, también tiene otras responsabilidades. "No he tenido que aprender. La gente que me conoce desde pequeño sabe cómo soy. Poner a todos de acuerdo con la ropa, con los horarios, con todas esas cosas. Somos muchos y cada uno de su padre y de su madre. Hago votaciones. La democracia está para eso", ha señalado.
Cuestionado sobre las críticas que despertaba el juego de la Selección antes del comienzo de la Eurocopa, Morata ha destacado que por encima de todo ha primado la unión dentro del grupo de Luis de la Fuente. "No pienso en ellos. Pensamos en todos los que vienen a apoyarnos".
Por último, al ser preguntado sobre por qué parece que siempre transmite la imagen de estar infeliz, el capitán de la Selección se confesó: "No soy infeliz, para nada. Pero es verdad que en España me cuesta mucho ser feliz. Al final siempre sale algo por algún lado. El otro día por hacer un gesto a los periodistas, simplemente de silbar, un gesto que pensé que se iba a quedar entre nosotros, pues algún periodista lo subió y... En España no hay respeto por nada ni por nadie. Muchas veces soy feliz, pero en otras me cuesta. Es mi personalidad. Yo, cuando llego a mi casa, soy superfeliz, pero delante de la gente me siento como si estuviera desnudo, y quizá eso no me ha dejado dar todo lo que tenía".