Eslovenia
Dinamarca
Era uno de los días más esperados para los aficionados de Dinamarca en los últimos meses. Debutar en una Eurocopa siempre es especial y te llena de ilusión, al igual que le ocurría a los aficionados de Eslovenia. Pero la vuelta de Christian Eriksen a una Eurocopa tras su problema en la pasada edición.
El partido comenzó en Stuttgart con un monólogo de los daneses con el balón. Posesión lenta por momentos, y con amagos de acelerar el ritmo con balones verticales que buscasen la portería rival con el paso de los minutos iniciales. Las ideas por parte de Eslovenia eran claras: buscar el contragolpe con Hjulmand y Højbjerg. A pesar de que los que merodeaban tímidamente la portería de Oblak eran los daneses, el que tuvo la primera ocasión considerable en el partido fue Sesko con un disparo desde fuera del área que se marchaba cerca del poste de Schmeichel.
Esa ocasión hizo despertar a Dinamarca. En la siguiente jugada y tras lo que parecía una acción bien ensayada en un saque de banda, aparecía el centro de todos los focos. Eriksen. No podía ser otro. 1.100 días después de que nos paralizase el corazón a todos, en este caso, lo alegró. Se quedó totalmente solo ante el guardameta del Atlético de Madrid y asumió que era el momento. Tenía que ayudar a los suyos y dejar todos los malos recuerdos atrás. Y lo hizo. Ponía el primero batiendo al esloveno en la cuenta de su selección y se desataba la alegría en el estadio y en los que hoy vestían completamente de rojo.
A partir de aquí, el partido era demasiado cómodo para el equipo danés. Una circulación muy lenta agotaba las posibilidades de Eslovenia constantemente y facilitaba el trabajo en defensa de sus rivales. Recuperación y nuevo peligro para los de Kasper Hjulmand. La primera parte murió sin mucho que contar más allá de la sorprendente capacidad de Eriksen de absorber el peso del balón en la construcción de los suyos. Todas las recuperaciones terminaban con un pase filtrado al hueco intramedular de Eslovenia con total libertad para la estrella danesa para hacer y deshacer.
La segunda parte comenzó con un pasito al frente por parte de los de Matjaž Kek. Aumentaron un puntito la intensidad en los duelos y comenzaron a aparecer con más asiduidad en la portería rival. De hecho, protagonizaron la jugada polémica, ya que a punto estuvieron de forzar un penalti que bien podría haber supuesto el empate en el partido, pero finalmente el VAR decidió denegarle esa oportunidad.
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Aunque sólo en algunos casos, los avisos no son en vano. Fue creciendo a lo largo del partido Eslovenia por medio de Sesko, que tuvo una oportunidad clarísima para empatar. También gracias a un poco de dejadez de Dinamarca. Y no fue por gran acumulación de ocasiones, pero las que tuvieron, fueron muy buenas. En el minuto 77, el gol llegaba, quizá, en la menos clara. Un disparo desde fuera del área de Janza, rebotaba en Hjulmand y se colaba en la portería danesa igualando el choque. Consiguieron aguar la fiesta de Eriksen. Y la alegría a punto estuvo de ser mayor para el combinado esloveno. Nunca habían conseguido ganar en una Eurocopa, y tampoco a la selección danesa en esta competición, y en el cierre tuvieron oportunidades suficientes pero no consiguieron definir.
Sin duda, un empate que lo deja absolutamente todo abierto en el grupo C. Inglaterra se las verá con Serbia a partir de las 21:00 horas y si todo va según lo previsto, el combinado serbio podría tener muchas más opciones de promocionar a octavos de las que había previsto en un inicio.
1 - Eslovenia: Oblak; Karnicnik, Drkusic, Bijol, Janza, Stojanovic (Verbic 67'), Cerin, Elsnik (Gorenk Stankovic 75'); Sporar (Brekalo 90'), Sesko (Kurtic 90'), Mlakar (Celar 76').
1 - Dinamarca: Schmeichel; Andersen, Christensen, Vestergaard; Kristiansen (Maehle 79'), Hjulmand (Delaney 89'), Eriksen, Højbjerg (Norgaard 83'), Bah; Højlund (Poulsen 83'), Wind (Dolberg 83').
Goles: 0-1, Eriksen (minuto 17); 1-1, Janza (minuto 77);
Árbitro: el colegiado será el suizo Sandro Sharer. Amonestó a Hjulmand, Stojanovic y Celar.
Incidencias: partido celebrado en el Mercedes-Benz Arena, estadio que cuenta con una capacidad de 60.449 espectadores.