La Eurocopa 2024 que se está celebrando en Alemania desde el pasado 14 de julio está dejando numerosas historias en las páginas de información. Lesiones, altas, bajos rendimientos, sorpresas, críticas... Precisamente a esto último están bien acostumbrados en territorio inglés, ya que el combinado nacional no ha comenzado de la manera esperada. Ha realizado dos actuaciones bastante pobres en sus dos primeros partidos (Serbia y Dinamarca). De hecho, ha habido problemas en el vestuario y el foco de todo está siendo el entrenador, Gareth Southgate. De momento, no consigue dar con la tecla para sacar la mejor versión de una plantilla muy amplia, con jugadores de primera linea mundial y que está coronando con malas decisiones y posicionamientos extraños dentro del terreno de juego. Aunque hay un futbolista que está echando sobre su espalda todo el peso de un país, pero como suele decirse, esto es un deporte colectivo y él sólo no puede hacer magia.
Jude Balllingham fue el protagonista principal de la victoria de los británicos ante Serbia en el debut. Fue el encargado de anotar el gol de la victoria con un impresionante remate de cabeza elevándose por encima de todos los defensores del combinado serbio. Ocupó la posición de medio centro ofensivo, pero hizo mucho más que las tareas que suele hacer un media punta. Fue el mejor de los suyos con balón (96% de acierto en el pase completando 67/70) pero sobre todo sacó su cara luchadora en un partido que se le complicó a los suyos, defendiendo, luchando y ganando 10 de los 15 duelos en los que se vio inmerso.
Esto fue provocado precisamente porque Southgate descompensó demasiado el centro del campo en el once inicial. Y con los cambios. Empezó colocando a Alexander-Arnold como pivote (una posición que no es la suya) y su partido confirmó que la decisión de su entrenador hacía aguas por todos lados. En el empate ante Dinamarca más de lo mismo. Bellingham falló tan sólo tres pases, ganó seis duelos, dio un pase clave y completó cuatro regates con acierto. Pero no valió para que los suyos sumasen de tres. Necesitaba ayuda.
El problema no es que no haya gente capacitada para hacer el trabajo sucio y servirle a los que son definitivos las ocasiones en bandeja. Gallagher, Mainoo, Palmer, Gordon... Todos han sido relegados por su entrenador a una suplencia medianamente injustificada. Y más viendo el rendimiento colectivo. Encima, tras una primera jornada donde los cambios necesarios eran evidentes, apostó por seguir fiel a su idea. Así le salió.
Ante Eslovenia el seleccionador británico tiene la oportunidad de buscar una mejora en su once. Acompañar a su mejor futbolista de las piezas necesarias para conseguir los tres puntos. Unos tres puntos demasiado necesarios, puesto que el partido lo jugarán sin estar matemáticamente clasificados.