El RCD Espanyol es un club con problemas. Durante el verano supimos –por si no estaba antes claro– que a nivel económico la situación es más que delicada, lo cual le ha hecho vivir a base de cesiones en el mercado de fichajes. Pese a tales dificultades, finalmente formaron una interesante plantilla que por ahora les mantiene en la zona templada de la clasificación de LaLiga EA Sports; eso sí, sin poder esconder un gran problema que amenaza con complicarles la temporada tarde o temprano. ¿A qué nos referimos? A su nula capacidad para imponerse fuera de casa.
En lo que llevamos de temporada la entidad blanquiazul ha disputado un total de cinco partidos a domicilio con un complicado balance de un empate y cuatro derrotas. Para alcanzar tal balance el equipo ha mostrado tanto fragilidad atrás (ha recibido 10 goles) como de falta de creación arriba (ha metido solo dos y uno de ellos ha sido en propia puerta). Sí, el Espanyol tiene más de un problema, pero sin duda los malos resultados lejos de su terreno de juego es el nombre de uno de ellos.
Con las estadísticas mencionadas, los catalanes son sin duda uno de los peores equipos de visita, y es que en estos momentos solo la UD Las Palmas tiene peores guarismos en esta faceta del juego. Los amarillos son colistas de Primera división con tan solo tres puntos, pero si ganan o empatan ante el Valencia CF en Mestalla superarán en resultados como visitante a los espanyolistas.
Si bien la dificultad para lograr buenos marcadores lejos del RCD Stadium viene de lejos –no solo hablamos de la actual campaña–, siendo fieles a la verdad debemos decir que el calendario ha querido que el Espanyol tenga un calendario realmente duro a domicilio. De este modo, ya ha visitado estadios como el Metropolitano, el Santiago Bernabéu, San Mamés y el Benito Villamarín; todos ellos plazas realmente duras de cara a puntuar. Pese a tal contexto, y a favor de Manolo González, hay que decir que sacaron un espectacular punto contra el Atlético de Madrid y que compitieron muy bien ante el Real Madrid. En todo caso, el equipo está mostrando una cara en casa y otra cuando sale de viaje.
Así es. Las curvas no pasan para el Espanyol. Si en la siguiente jornada reciben en casa al Sevilla FC, de cara a la posterior deberán visitar al FC Barcelona en Montjuic, una plaza realmente dura; tanto es así que no ganan de visita a los culés desde la campaña 2008-09 con Mauricio Pochettino en el banquillo.