La derrota por 4-1 ante el Girona FC ha supuesto un golpe enorme para el RCD Espanyol. La entidad perica encaraba el regreso a la competición tras el parón por fecha FIFA confiando en marcar un punto de inflexión en su temporada para salir de los puestos de descenso; sin embargo, lo que se llevaron de Montilivi fue una paliza que se define por el hecho de encajar hasta cuatro goles en menos de 30 minutos...
Ante tal situación no extraña que las miradas (y las voces) se centrasen en el banquillo, donde según adelantaron en 'Tiempo de juego' de la cadena COPE habría cambio inmediato; sí, básicamente se hablaba abiertamente de que el despido de Manolo González era cuestión de horas. Pues bien, la respuesta del Espanyol a tal rumor ha sido inmediata. ¿Cómo la han dado? Afirmando que ya tienen entrenador.
Así es. Lejos de lanzarse a una destitución que quizás tendría poco sentido tras dos semanas de parón en las que la calma ha reinado por Cornellá, en las oficinas del RCD Stadium no se plantean en estos momentos el despido de un técnico que les condujo el curso pasado hasta el ascenso a Primera división y que goza de la confianza de todos los estamentos del club.
Pese a optar por la continuidad del proyecto, en el seno de la entidad de la Ciudad Condal tienen claro que en caso alguno se debe pasar por alto el enorme varapalo que se llevaron en Girona. Ese partido, en el que directamente no compitieron, ha hecho que se retuerzan las bases hasta el punto de que los toques de atención han sido una constante en las últimas 48 horas.
Otro de los factores que han empujado para dar una nueva vida a Manolo González ante el Celta de Vigo es la enorme confianza del vestuario. Tras la dolorosa derrota en Montilivi los jugadores cerraron filas alrededor de su entrenador para descargarle de culpa y señalar que estaban seguros de sacar la situación adelante con él.
Desde que arrancó la era Chen allá por 2016, han sido hasta 13 los técnicos que han pasado por el Espanyol; sí, hablamos de casi dos por año... Quizás por ello, ahora entienden que el camino certero es dar confianza a Manolo González para que pueda revertir una situación realmente dura, y es que más allá del encuentro perdido contra el Girona van hasta otras seis en los cinco anteriores choques. Por ello, el partido ante el Celta es una auténtica final para el míster, quien en caso de derrota podría verse en el paro más pronto que tarde.