El RCD Espanyol y Raúl de Tomás buscan hoy una solución definitiva para un necesario desbloqueo mutuo. El delantero quiere salir y el club catalán, que no tiene ofertas de traspaso por él, necesita librarse de su ficha para cerrar los "cuatro o cinco fichajes" que Diego Martínez ha pedido públicamente para estos tres últimos días del mercado estival de fichajes. La tercera pata de la mesa es el Sevilla FC, que según diversas fuentes es la primera opción del delantero internacional, mientras otras alertan de que a Monchi no le salen las cuentas. Quiere, pero no puede.
Como avanzó una información del diario deportivo barcelonés La Grada que ESTADIO Deportivo pudo confirmar, el RCD Espanyol ha llegado a la determinación de que la única vía para resolver el entuerto es dar facilidades y aceptar una cesión de Raúl de Tomás. Para ello, eso sí, pide hacerse cargo de la ficha del ariete y de la cantidad proporcional correspondiente a la amortización de su fichaje.
Por eso, según desvela hoy La Grada, la directiva del Espanyol y el delantero se reunirán este lunes en la Ciudad Deportiva Dani Jarque para tratar de avanzar en esa posible salida como cedido que permitiría al club de Cornellà-El Prat liberar nueve millones de masa salarial para reinvertir en fichajes. Sólo con el adiós de RDT, su jugador mejor pagado, podría aspirar a darle a Diego Martínez los refuerzos que ha pedido.
Pese a que la imagen del Espanyol contra el Real Madrid fue buena, los pericos sólo suman un punto de nueve posibles (como el Sevilla FC). Sólo han puntuado con el empate contra el Celta (2-2) de la primera jornada y cayeron luego contra Rayo (0-2) y el vigente campeón.
"Nuestras necesidades son evidentes. Confiamos en que estos últimos días cumplamos con los mínimos necesarios para competir. Tenemos planificado cuatro o cinco refuerzos, uno por línea. Es algo hablado, tiene que ver con la planificación. Pero no sólo está lo que quieres o necesitas sino lo que puedes hacer. Los queremos buenos, baratos y que estén comprometidos. Hay que confiar. En tres o cuatro días puede pasar de todo. Mira Isak con la Real Sociedad, ha pasado en un día. En 72 horas, podemos sacar petróleo", indicó el técnico del RCD Espanyol tras caer contra el Madrid.
Mientras el Espanyol afirma que el RDT se está recuperando de unas molestias y por eso no ha participado en ningún partido desde la pretemporada -Joselu ya celebra goles para hacerle olvidar-, la otra opción del Sevilla FC, Lucas Boyé, pidió no jugar el pasado fin de semana para no arriesgar en su posible salida y ha transmitido al club su deseo de recalar en Nervión.
Boyé, referente ofensivo en las dos últimas temporadas del equipo ilicitano, no jugó el sábado ante la Real Sociedad y su entrenador, Francisco Rodríguez, aseguró que el motivo fue "la llegada de ofertas para abandonar el club" en las horas previas al partido. El técnico del Elche no puso en duda su "compromiso" y, si bien no se atrevió a garantizar su continuidad y añadió que en las últimas horas del mercado todo puede pasar, estaría feliz de que se quedase.
A Boyé ya se le vinculó con el Sevilla FC, con el Atlético e incluso con el Barcelona, en el pasado mercado de invierno. El Elche se remitió a los 25 millones de la cláusula de rescisión del argentino, si bien en los últimos días, según apuntan a la agencia Efe fuentes de la entidad, está abierta una negociación ante el deseo del jugador de salir del Elche con destino al Sevilla FC y a cambio de una cantidad que rondaría los 10 millones.
El Sevilla FC busca un golpe de efecto para reaccionar al peor inicio de los últimos 40 años -y ahora vienen Barça y City- con un delantero que llegue para aportar el gol que se le está resistiendo a Rafa Mir y Youssef En-Nesyri.
Preguntados por ESTADIO Deportivo sobre si la pegada es la principal carencia de este equipo, un 54 por ciento de los encuestados ha opinado que el Sevilla FC "necesita gol urgentemente"; frente a un 18,68 que preferiría reforzar otros puestos del equipo. El 27,32 por ciento restante considera que Monchi no debería fichar a ningún delantero porque, con los escasos recursos económicos que hay, lo que pueda venir no va a solucionar el problema.