El entrenador del Elche, Pablo Machín, asumió, tras la derrota de su equipo en el campo del Sevilla (3-0), que se trata de "un resultado duro" pero resaltó que "la lectura del partido es distinta hasta la expulsión de Bigas" en el tramo final de la primera parte."Nos estaban sometiendo pero sin crearnos ocasiones. La expulsión es bastante rigurosa, ha marcado el partido. Son decisiones que para nosotros siempre van en contra y nos penalizan. Nos ha dolido esa jugada porque nos condiciona mucho", manifestado Machín tras el partido en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán.
El técnico soriano reconoció que no le "ha gustado que en cinco minutos hayan metido tres goles" pero, en la parte positiva, destacó el haber "defendido muy bien en la segunda parte con diez", porque "se ha visto que los jugadores no bajan los brazos". Machín, eso sí, expuso la "necesidad de seguir mejorando" y admitió ciertos nervios en el Elche, que "tal vez" sufría algo de "ansiedad porque pesaban los goles" pero que acusó "sobre todo, el contratiempo de la expulsión", insistió.
El delantero argentino del Elche Lucas Boyé asumió que la sufrida este sábado en el campo del Sevilla (3-0) ha sido "una derrota dura, una más, que sigue hundiendo" al equipo ilicitano, que acaba la primera vuelta sin conocer la victoria, por lo que se trata de "un día muy triste".
"Nos está costando una locura revertir esta situación, pero no queda otra. Cuando las cosas están mal, todo cuesta el doble. Lo pagamos caro y seguimos muy mal", manifestó Boyé en declaraciones a Movistar. El ariete santafesino confesó estar "triste y jodido", pues "se acaban los partidos y queda una sensación muy fea", pero no se resigna a su suerte y espera "seguir compitiendo para lograr esos ansiados tres puntos", dijo.
EFE