El Deportivo de la Coruña sigue anclado en la tercera categoría de nuestro fútbol y la situación no parece que vaya a mejorar a corto plazo. A los continuos problemas institucionales que sufre la entidad desde hace años, en el plano deportivo la situación no mejora. Esta temporada se confió el proyecto a Fernando Soriano en la dirección y a Imanol Idiakez en el banquillo. Y no arranca. Este pasado fin de semana encadenó su quinto partido sin ganar y encima cayó derrotado en Riazor ante el filial del Celta de Vigo. La parroquia deportivista vivió una nueva humillación y exigen cambios inmediatos para revertir la situación.
Con siete puntos en siete jornadas, el Deportivo de la Coruña tiene los mismos que el Rayo Majadahonda, que cierra los puestos de descenso del grupo 1 de Primera Federación. El equipo juega atenazado, con miedo y sin confianza. Y se notó en Riazor este domingo con la derrota 0-1 frente al Celta B. Un solitario gol de Pablo Durán pasada la media hora bastó para poner patas arriba el coliseo albiazul. Los aficionados abandonaron el campo visiblemente afectados porque observan que la oportunidad de retornar al fútbol profesional se aleja poco a poco pese a lo prematuro de la competición.
Las señales que transmite el club no son para nada buenas. La confección de la plantilla ya está cuestionada con la llegada de jugadores en el ocaso de sus carreras. Mikel Balenziaga, Salva Sevilla, Ximo Navarro o Paris Adot son algunos de los casos aterrizados este verano.
Desde el 2 de septiembre no gana un partido de Liga el combinado de Imanol Idiakez. Fue en Lugo por 0-3. Desde entonces, tres empates (Teruel, Unionistas de Salamanca y Cornellá) y dos derrotas (Fuenlabrada y Celta B). Especialmente dolorosas fueron estos dos últimos encuentros.
Ante el Fuenlabrada en el Fernando Torres ganaba 0-1 en el minuto 91 y dejó voltear en el tiempo de descuento. Y lo este domingo ante el filial celtiña ya fue la puntilla para un plantel que no transmite señales de mejoría. Fernando Soriano siempre se ha caracterizado por ser un director deportivo paciente con sus entrenadores, pero el futuro de Imanol Idiakez está en el aire. El equipo necesita un revulsivo y lo necesita pronto.
Este próximo domingo día 15 visita El Toralín para medirse a la Ponferradina, que actualmente va en tercera posición con 15 puntos. Será todo una 'final' para Idiakez y su Deportivo. La afición exige una reacción.