La Real Federación Española de Fútbol tuvo una reunión con representantes de los 40 equipos que componen los dos grupos de la Primera RFEF, tercera categoría del fútbol español, para hacer una valoración del momento que vive dicha categoría, que hasta ahora ha estado en fase de prueba, puesto que se implantó hace muy poco, acabando con la conocida Segunda División B.
Durante dicha reunión, la RFEF que preside Luis Rubiales, presente en la mencionada cita, quiso contextualizar cómo se encuentran la tercera categoría del fútbol en otros países de Europa, insistiendo en que en España es donde más ayudas se dan.
Lo cierto es que los datos son irrefutables. La Federación española es la que más dinero aporta a la tercera categoría del fútbol nacional de toda Europa, además con una gran diferencia con la segunda federación. Las ayudas de la RFEF alcanzan los 20 millones de euros anuales, muy lejos de los 224.000 euros que da la federación francesa, de las pocas que ayuda a los equipos de dicha categoría.
Esto no es suficiente y hay clubes que aprovecharon la reunión para exponer sus serios problemas económicos. Por ello, Rubiales anunció la necesidad de poner en marcha un modelo de control financiero basado en el modelo de la UEFA, algo similar a lo que LaLiga de Javier Tebas viene usando en Primera y Segunda División.
Una gran cantidad de clubes de la Primera RFEF tienen cubierto más del 80% de su presupuesto gracias a las ayudas de la Federación y del Consejo Superior de Deporte, por lo que el problema radica en la captación de ingresos.
Actualmente hay una media de menos de dos millones de euros de deuda, una situación no muy mala comparada con la de otros países. El verdadero problema está en que los clubes tienen grandes dificultades para obtener ingresos al margen de las ayudas, algo que sí funciona mejor en otros países, como la venta más centralizada de los derechos televisivos. Por ello, la RFEF anunció que los clubes participarán en un nuevo 'tender' televisivo de los derechos audiovisuales para la próxima temporada, algo que no había ocurrido hasta ahora. Todo supeditado, claro está, a la llegada de ofertas.
Unos cinco clubes mostraron su preocupación durante la reunión por la crítica situación que atraviesan, aunque ninguno de los 40 equipos planteó el regreso al modelo anterior de la extinta Segunda División B.
La RFEF contactará en las próximas semanas con los clubes para ir dando forma a un riguroso modelo de control financiero, basándose en el modelo de la UEFA, y que será de obligado cumplimiento para todos los equipos que quieran competir en la categoría.