Athletic Club y Atlético de Madrid se veían las caras en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey en un partido que, con San Mamés como escenario y un ambiente inmejorable, se esperaba que fuese de alta tensión ya que el premio era mayúsculo, meterse en la final de la Copa del próximo mes de abril en el Estadio de la Cartuja de Sevilla.
El partido ha llegado a la conclusión del primer tiempo con un claro 2-0 a favor de los locales gracias a los goles de Iñaki y Nico Williams, que se lo comieron y se lo guisaron ellos solos para asistir y marcar en ambos goles.
En la previa del duelo entre Athletic Club y Atlético de Madrid, los aficionados del conjunto vasco esperaron al autobús de su equipo para recibirlo en la llamada explanada de San Mamés y empezar a calentar el partido desde mucho antes de que el balón echase a rodar. Hasta ahí, todo normal si nos atenemos a la importancia del duelo.
Al parecer y según informa la cadena SER, en las horas previas del duelo, un grupo de aficionados radicales del Athletic Club ha agredido a un aficionado del Atlético de Madrid que se encontraba en esos momentos en un restaurante. El aficionado del Atlético de Madrid tuvo que ser trasladado a un hospital cercano por una herida en la cabeza. El propio presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, afirmó que las heridas del aficionado rojiblanco eran "graves" al tiempo que invitó a la calma ya que han "nacido del Athletic".
El incidente informado anteriormente por la cadena SER parece que no ha quedado muy claro según ha informado Mónica Marchante, periodista de Movistar que en el descanso del encuentro comentó que el Athletic, al conocer que un aficionado del Atlético de Madrid había sufrido una herida en la cabeza, intentó localizar el hospital en el que estaba ingresado y no había conseguido localizarlo.
Sea como fuere, en partidos como el de este jueves 29 de febrero en San Mamés en el que hay en juego una final de Copa del Rey, solo se debería hablar de fútbol y no debería de haber ni el más mínimo espacio para los violentos que lo único que hacen es empañar el espectáculo que se vive sobre el césped.