Alberto Gálvez5 min lecturaSi algo volvió a demostrar la final de la Copa del Rey es que Osasuna tiene una afición espectacular. Los seguidores rojillos se desplazaron en masa hacia Sevilla y le dieron un gran colorido a las gradas del Estadio de La Cartuja con un mosaico gigantesco. Durante el partido, pese a ir por detrás en el marcador desde casi el pitido inicial, no dejaron de animar a los suyos. Y una vez finalizado el mismo, la comunión que se palpó entre el equipo y su afición reflejó algo muy singular.
Sencillez, humildad, trabajo y compromiso son algunos de los valores que han llevado al equipo de Jagoba Arrasate a realizar una extraordinaria campaña tanto en LaLiga como en el torneo copero. Y su afición se lo ha querido recompensar esta mañana pese a quedarse con la miel en los labios por segunda vez en su historia.
Para el recuerdo quedará una imagen muy raras veces vista en el fútbol de elite. El entrenador perdedor llorando, cuando realmente es quien se encarga de consolar a sus pupilos. Sin embargo, Osasuna es diferente y su técnico también. Ni le gustan los flashes ni los trajes. Ataviado con su chándal de siempre dirigió el partido más importante de su carrera y, pese a que el partido se le puso muy cuesta arriba desde el inicio, demostró tener múltiples variantes en su cabeza para competirle a todo un experto como es Ancelotti una final de Copa del Rey.
Y fue justo en ese momento de despedirse del graderío rojillo en el estadio olímpico sevillano cuando el técnico del conjunto navarro no pudo más y rompió a llorar como un niño pequeño. Por instantes habían acariciado el título. Habían demostrado poder tumbar al todopoderoso Real Madrid pero, cuando mejores sensaciones tenían, llegó el mazazo blanco y con mucha fortuna. Y Arrasate no pudo contener esas lágrimas que son una mezcla de rabia y dolor por no poder darles una alegría a sus seres más queridos, que son los que siempre están al pie del cañón.
Pues hoy, a la llegada al aeropuerto de Pamplona, centenares de aficionados se desplazaron para darle las gracias por hacerles vivir un partido como el de anoche. Con sus camisetas rojas de Osasuna, muchos de ellos eran niños y niñas los que se han congregado en la puerta de llegadas del aeropuerto pamplonés para esperar la llegada de sus nuevos ídolos.
Y cómo no, el entrenador y el autor del gol, Lucas Torró, han sido algunos de los más aclamados por los aficionados. Asimismo, Chimy Ávila ha sido quien más autógrafos ha firmado y el que más fotos se ha hecho con todos los seguidores.
El propio Arrasate tuvo un momento para los medios de comunicación y comentó las sensaciones que tenía después de pasar una noche dura: "Un poco mejor de ánimo. Lo que ayer pensabas que fue una pena, hoy te das cuenta un poco del orgullo que supone jugar una final y movilizar a tanta gente. Por eso queremos darle las gracias tanto a los que vinieron como a los que están aquí".
Tras la llegada de directiva, cuerpo técnico y jugadores, mañana lunes será el turno de los recibimientos institucionales al club. Así, el lunes, a las 17:00 horas, tendrá lugar una recepción en el Ayuntamiento de Pamplona a la directiva rojilla, encabezada por el presidente, Luis Sabalza, y la plantilla, representada por los capitanes, David García y Unai García. Después, a las 18:00 horas, la directiva y los capitanes de Osasuna se desplazarán al Salón del Trono del Palacio de Navarra para asistir a una recepción del Gobierno foral.