Olot
Sevilla
El Sevilla FC pasa de ronda en Copa del Rey con una goleada (1-3) que oculta con pegada y oportunidad el sufrimiento, sobre todo en la primera mitad, ante un Olot combativo y osado aunque fallón que perdonó y lo pagó. De hecho, tiraron más los gerundenses (17) que los hispalenses (12), aunque las mismas cinco veces entre palos, con un 60% de acierto foráneo por el parco 20% local. Explicado así suena muy frío, casi tanto como el reinó en La Garrocha, porque lo romántico sería aludir a que las tres categorías de diferencia apenas se notaron sobre el campo, aunque parece más correcto esgrimir que, en realidad, sí compareció esa superioridad teórica cuando debió, porque la mentalidad es también diferente cuando te juegas una eliminación ridícula que cuando buscas una hazaña coyuntural. Que se lo digan a Cacereño y Ceuta, doblegados sobre la bocina por Atlético de Madrid y CA Osasuna, quienes decidieron que con RCD Espanyol, Villarreal CF, Girona FC y Deportivo Alavés estaba bien la broma.
De inicio, una vez superados los nervios y abortada una aproximación peligrosa de Juanlu a pase de Navas, dieron enseguida un paso al frente los anfitriones, capaces de encerrar en su área a todo un Primera división, con disparos bloqueados a Joaco, Salvans y Chema Moreno como serios argumentos de que no iba a ser fácil. Para colmo, Cuadra Fernández, pese a estar muy cerca, no vio el 'piscinazo' del '7' rojiazul ante un inocente Agoumé que volvió a las andadas. Por fortuna para los intereses nervionenses, Álvaro Fernández adivinó el lanzamiento del centrodelantero madrileño, salvando una acción que pudo poner en serios aprietos a los de García Pimienta, que sí aprovecharon su ocasión apenas cuatro minutos más tarde: mano dentro del área de Pedro del Campo a centro del palaciego que Montiel, especialista con los blanquirrojos y con Argentina, que ajustó tanto su disparo al palo que fue imposible para Pol Ballesté, pese a adivinar éste la dirección.
Acusó un rato el anfitrión el duro golpe, lo que no aprovechó su oponente para encauzar el triunfo. Antes al contrario, de nuevo Castrín se interpuso en un intento a quemarropa de Salvans, igualmente incisivo con un centro-chut de zurda en cuanto hubo espacios para correr a la contra. Se acercaba el descanso sin el más mínimo atisbo de que el equipo de superior categoría hubiese acariciado la sentencia. Dominaban con holgura los de Pedro Dólera, dueños absolutos de la iniciativa ante una segunda unidad sevillista frágil en la contención y errática en la creación de juego. El resultado era lo único bueno para el favorito, con muchas cosas que cambiar en una segunda mitad que arrancó con la entrada de Idumbo por Saúl y la primera intervención (puede que hasta literalmente) de Iheanacho, que avisó con un zurdazo tan lejano como ajustado al palo.
Los de García Pimienta acabarían pronto con cualquier tipo de especulación gracias a Juanlu, que remachó sin dejar caer al fondo de la red un centro de Barco a los tres minutos para apagar los ánimos del Olot, que bajó inevitablemente los brazos. Pudo haberse metido a renglón seguido en el partido, pero Yaya Sidibé cabeceó inexplicablemente desviado en plancha un córner en el que se había quedado solo en el punto de penalti. Ahí se acabó el partido, si es que no lo había matado ya un poco antes el campeón olímpico nervionense. A partir de entonces, el objetivo común era que marcara Iheanacho y, asñi, ganarlo para la causa a golpe de confianza. Llegó antes que el nigeriano Robert Costa en otro gran servicio del 'Colo', aunque no le frenaron en el 73, cuando Agoumé vio el desmarque de Idumbo y el internacional belga se la puso de dulce al '9' en el segundo palo.
Apenas pasó ya nada reseñable, pues Álvaro Fernández negó el gol del honor a locales, que había sido golazo ante la vaselina que intentó Joaco para castigar la pérdida de Juanlu, mientras que tampoco el bueno de Stanis se llevó su premio individual. Con el alargue ya medio consumido, Uri Ayala peinó a la red en el primer palo un córner botado por Maynau para que el portero riojano del Sevilla FC se llevase un cabreo morrocotudo, parafraseando al querido Ismael Medina, pues no lograba dejar su portería impoluta pese al esfuerzo, aunque, si existe la justicia poética en este deporte tan profesionalizado y encajonado, merecía una sonrisa postrera el Olot, dueño y señor del primer tiempo que, pese al infortunio y a su propia impericia, nunca llegó a rendirse del todo, consciente de su segura eliminación y del innegable cansancio, pero con la fe justa para llevarse un 1-3.
UE Olot: Pol Ballesté; Yaya Sidibé, Uri Ayala, Robert Costa, Forés (Maynau 80'); Uri González (David López 69'), Pedro del Campo (Jordi Manzano 69'); Joaco, Terma (Gonpi 60'), Salvans; y Chema Moreno (Torras 60').
Sevilla FC: Álvaro Fernández; Montiel, Castrín, Marcao, Barco; Agoumé (Pedrosa 84'), Saúl (Idumbo 46'); Jesús Navas (Peque 67'), Suso (Pedro Ortiz 67'), Juanlu (Sow 80'); e Iheanacho.
Árbitro: Cuadra Fernández (balear), sin ayuda en esta ronda todavía del VAR. Amarillas al local Uri González, así como a los visitantes Marcao, Suso, Montiel, Barco y Agoumé.
Goles: 0-1 (22') Montiel, de penalti; 0-2 (48') Juanlu; 0-3 (73') Iheanacho; 1-3 (91') Uri Ayala.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la segunda eliminatoria (a partido único) de la Copa del Rey, disputado en el Estadio Municipal de Olot (Gerona) ante unos 4.000 espectadores, con presencia de varios centenares de aficionados sevillistas.