Alvaro Arenillas5 min lecturaCA Osasuna lo ha conseguido. Los rojillos pelearon y sufrieron en San Mamés –como no podía ser de otra forma– para dejar en la cuneta al Athletic Club con un precioso gol del canterano Pablo Ibáñez en el minuto 116 y meterse así en la segunda final de Copa del Rey de su historia, un hito solo logrado antes en 2005, cuando cayó ante el Betis en el partido definitivo.
En aquella ocasión, como en ésta y también con Ernesto Valverde en su banquillo, el Athletic cayó en semifinales. Lo hizo ante el Betis y en una tanda de penaltis a la que parecía abonado el encuentro de hoy hasta el enorme zapatazo de Ibáñez; un castigo quizás demasiado grande para un Athletic que remató hasta 23 veces a portería, por solo ocho Osasuna, y forzó 18 saques de esquina –Osasuna tuvo cero a su favor–.
Para los rojillos fue el premio a saber aguantar en un encuentro en el que fueron claramente superados en todas las facetas del juego. Menos en el de la definición, que es la suerte que vale. Nico Williams, que marró dos claras ocasiones ya con el 1-0 marcado por su hermano a la media hora, lo recordará durante mucho tiempo y añorara la cuadragésimo segunda final de su equipo, que deberá esperar.
Con Munian en el Athletic y Osasuna sin Budimir, el chque comenzó más frío de lo esperado. Los locales intentaban llevar a la iniciativa, pero los visitantes también contabilizaron un par de llegadas en los primeros minutos. Ambas por la derecha de Rubén y Moncayola. Como decíamos, finalmente fueron los de Bilbao quienes se adelantaron merced a un tanto de Iñaki Williams, quien estuvo atento al desvío de Vesga en un córner lanzado por Muniain para batir a Sergio Herrera con un remate que tocó en la parte baja del larguero.
Con viento a favor, el Athletic apretó en la segunda parte y tuvo alguna ocasión realmente clara. Tras un disparo de Kike García que se encontró a un firme Arrizabalaga, Nico desperdició algunos minutos después una clarísima oportunidad al mandar a las nubes un perfecto contraataque llevado por su hermano y Guruzeta. Ya en los minutos finales, volvieron a tenerla Raúl García y el propio Nico, pero ninguno fue capaz de batir al arquero visitante.
Llegados a la prórroga, el guión no cambió demasiado salvo porque Pablo Ibáñez firmó un golazo que ya es historia de Osasuna. Una preciosa media volea, imposible para Agirrezabala, que llenó de felicidad a los medio millar de seguidores rojillos que se acercaron a Bilbao e inundó de alegría a Pamplona y a toda Navarra.
- Ficha técnica:
1 - Athletic: Agirrezabala; De Marcos, Yeray (Vivian, m.91), Iñigo Martínez, Yuri; Vesga, Sancet (Adu Ares, m.111); Iñaki Williams, Muniain (Zarraga, m.99), Nico Williams (Berenguer, m.99); y Guruzeta (Raúl García, m.81).
1 - Osasuna: Sergio Herrera; Moncayola, Aridane, David García, Juan Cruz; Torró; Rubén García (Darko Brasanac, m.66), Aimar Oroz (Pablo Ibáñez (m.100), Moi Gómez (Manu Sánchez, m.83), Abde (Kike Barja, m.66); y Kike García (Chimy Ávila, m.91).
Goles: 1-0, m.33: Iñaki Williams. 1-1, m.116: Pablo Ibáñez.
Árbitro: Carlos del Cerro Grande (C. Madrileño). Mostró tarjeta amarilla a los locales Vesga (m.20) y Sancet (m.94) y a los visitantes Torró (m.43), Kike Barja (m.74).
Incidencias: partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey disputado en San Mamés ante 51.544 espectadores, récord de asistencia a un partido de fútbol en el campo bilbaíno.