El Consejo de Estado de Francia ha estimado el recurso presentado por el Sevilla FC, junto, con la 'Association Nationale des Supporters' gala, contra la resolución administrativa de la Prefectura del Pas de Calais que impedía a los aficionados nervionenses acudir al partido de esta tarde entre su equipo y el RC Lens, correspondiente a la última jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Por ello, los entre 200 y 300 hinchas blanquirrojos que tenían entrada, la mayoría de los cuales viajó al haber abonado ya las mismas y los gastos de hotel y desplazamiento, aunque quedaron recluidos en sus hospedajes hasta nuevo aviso, podrán estar en las gradas. Así han informado al filo de las cuatro de la tarde ambas instituciones, una vez recibida la resolución tras la vista celebrada esta mañana en el Alto Tribunal del país vecino.
"El Sevilla FC se congratula de que sus aficionados presentes en Francia y alrededores de Lens puedan finalmente acudir al encuentro, pero igualmente lamenta y se quejará ante la UEFA por el perjuicio que se ha ocasionado a muchos otros seguidores que, ante la incertidumbre y la amenaza que suponía el decreto de la Prefectura francesa, han desistido de viajar y de acudir al partido pese a tener entradas. El club prestará toda su ayuda a los seguidores que se han visto perjudicados", anunciaba el club nervionense, que pondrá seguramente sus servicios jurídicos a trabajar para, en el caso de que haya que proceder a devolver el importe de las localidades e indemnizar por el resto de gastos a los afectados, sean otros estamentos lo que corran no solamente con la culpa, sino también con las responsabilidades y con los gastos.
Se soluciona, al fin, aunque sobre lo bocina, un entuerto que no tenía demasiada lógica. Nadie entendía por qué, tras el desgraciado ataque a un aficionado del Nantes, unas aficiones del país podían desplazarse y otras, en cambio no. O por qué el Villarreal CF, por ejemplo, podía mandar a sus aficionados a la vecina Rennes y el Sevilla FC debía soportar un veto de esta magnitud, con amenaza, además, de multa de hasta 30.000 euros y pena de seis meses de cárcel a los que se atrevieran a personarse en las localidades vecinas de Lens y Arras. De hecho, se prohibía aparcar si no eras residente, vestir indumentaria blanquirroja y hasta los vuelos que tenían previsto aterrizar procedentes de España. Un sinsentido de la Prefectura local a la que dio pábulo el ministro de Interior pero que, con la oposición del propio club anfitrión, la asociación de todos los hinchas galos, la Embajada de España en París y la propia entidad blanquirroja, ha quedado anulado.