Sevilla
Lens
El Sevilla mejoró a lo ofrecido en el último mes, puso el partido donde quería y fue mejor que su rival, pero empezó su periplo en la Champions League con un empate que sabe a poco y que, en una competición tan corta, puede pasar factura. El conjunto hispalense se adelantó con un gol de Ocampos, vio cómo le empataban en una jugada aislada y cómo todos sus intentos para devolver el encuentro al lugar que quería se topaban con Samba y con una expeditiva defensa. El Lens hizo su partido y su plan casi da más resultado del que merecía, aunque ahí apareció Dmitrovic para que, al menos, no se llevaran demasiado premio.
Mendilibar hizo menos cambios de los esperados respecto al domingo y, en ellos, apostó por los galones... salvo en el caso de Juanlu. El canterano suplía Navas y debutaba en Champions a lo grande. Junto a él, Fernando, Sergio Ramos y Rakitic ponían la experiencia, Ocampos y Lamela la intensidad, Sow acompañaba al brasileño en el centro del campo y repetía la base del pasado domingo y En-Nesyri salía de inicio tras ser suplente frente a Las Palmas.
El Sevilla, con esos mimbres, trató de acabar con las dudas demostradas en el campeonato liguero y arrancar la Champions con más confianza que la temporada anterior.
Metió una marcha más que su rival en el arranque y trató de alcanzar una ventaja que trajera tranquilidad a la grada y uniera a afición y equipo, como tantas veces se vio en Europa el pasado año.
El plan dio resultado. Si bien Gradit evitó que Ocampos abriera el marcador a los cinco minutos, no pudo hacer lo mismo Brice Samba tres después. Rakitic sacaba un córner para que el argentino, en el primer palo, rematara por encima del portero francés.
El partido estaba donde el Sevilla quería. Por delante, con espacios, balas como Ocampos, Lamela y En-Nesyri en el campo y Sow y Rakitic como lanzadores la amenaza sevillista era palpable.
Sin embargo, el Lens, sin hacer nada, parando el juego a base de faltas y acogiéndose a la calidad de Elye Wahi se metió en el partido. Fue gracias a una jugada aislada, a los 23 minutos, en la que el punta galo fue derribado al borde del área.
Fulgini lanzó la falta a la zona del portero, Dmitrovic no se colocó bien y cuando vio el balón, sólo le dio tiempo a tocarlo antes de ver cómo entraba en su portería. Mazazo, a la primera del Lens, que devolvía las dudas.
El Sevilla acusó el palo durante unos minutos, en los que estuvo a merced de su rival, pero otra jugada aislada devolvió la iniciativa en el juego al equipo de Mendilibar, aunque no en el marcador. A punto estuvo de ocurrir esto último, ya que Samba evitó con una mano increíble el segundo de un Ocampos que había llegado en el segundo palo al pase de Lamela.
El Lens, muy bien replegado, buscaba las contras con la velocidad de sus atacantes, pero el que creaba peligro era el Sevilla, que cada vez que llegaba a balón parado metía en un aprieto a su rival. Así llegó la siguiente ocasión, a los 40 minutos, con un cabezazo de En-Nesyri que le salió muy centrado.
Aún habría tiempo antes del descanso para que Lamela punteara de forma peligrosa un pase en profundidad de Rakitic o para que Wahi metiera el miedo en el cuerpo con su velocidad en las contras. Ahí, Ramos y Gudelj estuvieron imperiales.
La segunda parte empezó con las mismas intenciones del Sevilla, dominador, ante un Lens que apretaba y trataba de aprovechar los errores locales en la salida del balón. No obstante, el equipo de Nervión no tenía la intensidad del primer cuarto de hora y eran los galos los que daban más sensación de peligro en sus pocas aproximaciones.
El nerviosismo de la grada que trataba de evitarse de inicio crecía con el paso de los minutos. Mendilibar tomó cartas en el asunto con la entrada de Soumaré y Lukabakio por Lamela y Sow. No cambiaba nada tácticamente, pero sí metía energía en el campo, algo que le hacía mucha falta al Sevilla.
El equipo nervionense, con ello, metió a su rival en su campo y, aunque sin profundidad, empezó a amenazar el área del Lens. Una doble ocasión de Lukebakio mediada la segunda mitad encendió los ánimos. Primero, con una volea en el segundo palo que se le fue arriba -tocó en un defensa, aunque no lo señalaran- y, segundo, con un lanzamiento desde el borde del área que sacó el portero visitante con apuros.
Respndió Franck Haise, técnico visitante, con tres cambios en pocos minutos que cambiaron el ataque francés y dieron otro aire a su equipo y le permitieron llegar con opciones al tramo final.
A él se llegó con una ocasión inmejorable de Morgan Guilavogui que permitió a Dmitrovic reivindicarse tras su error en la primera mitad. El serbio sacó un remate a bocajarro del francés y, en el córner posterior, despejó en el primer palo un balón que se metía en su portería.
Mariano Díaz debutaba en los diez últimos minutos, en los que nada parecía claro y se convirtió en el protagonista. Primero, se mostró algo lento en una contra en la que el Sevilla llegó con superioridad. Y, en el tramo final, remató arriba un balón atrás claro de Ramos. Podría parecer un error grave, pero luego se vio que el balón le quedaba atrás y, además, que se habría anulado por fuera de juego del camero.
Poco más se pudo ver en un partido en el que el Sevilla mejoró lo ofrecido en LaLiga, pero perdió dos puntos que, en Europa, a veces, pueden ser definitivos.
Sevilla: Dmitrovic; Juanlu (Jesús Navas 80'), Gudelj, Sergio Ramos, Pedrosa; Fernando, Sow (Soumaré 63'); Lamela (Lukebakio 63'), Rakitic (Suso 74'), Ocampos; y En-Nesyri (Mariano 80').
Lens: Samba; Gradit, Danso, Medina; Frankowski, Abdul Samed, Mendy (Diouf 71'), Machado (Haïdara 85'); Sotoca, Fulgini (Thomasson 76'); y Wahi (Guilavogui 71').
Goles: 1-0 (9') Ocampos; 1-1 (24') Fulgini.
Árbitro: Tobias Stieler (Alemania). Amonestó a los locales Gudelj, Sergio Ramos y Ocampos, y a los visitantes Medina, Sotoca, Samba. Fulgini y Haïdara.
Incidencias: Partido de la Liga de Campeones disputado en el Ramón Sánchez-Pizjuan ante 33.544 espectadores.