Francisco Salas4 min lecturaEl Nápoles vive un año muy convulso, en el que han pasado de dominar con mucha solvencia la liga italiana, hasta el punto de recuperar un Scudetto que hacía décadas que no lograban, a vagar por la zona media. Los napolitanos ya van por su tercer entrenador del curso, ya que ni Rudi García primero, ni Walter Mazzarri después, lograron hacer olvidar a un Luciano Spalletti que dejó el club en la cima y se fue a dirigir a Italia. La situación tocó fondo un día antes de la ida ante el Barça, cuando Francesco Calzona cogió las riendas de un proyecto desahuciado y por ahora ha funcionado a las mil maravillas, ya que no conoce la derrota. El 1-1 en Champions, y dos empates y dos victoria en Serie A, destacando el triunfo ante la Juventus. Pero ahora tiene la oportunidad de dar el verdadero golpe de efecto al proyecto, eliminar al Barcelona en el Lluis Companys, aunque no será nada fácil.
"El de mañana es el partido más importante del año para nosotros" así de contundente ha sido Calzona en la rueda de prensa previa al duelo de este martes en la que ha destacado la necesidad que tienen de recuperarse en liga y ven la Liga de Campeones como un "estímulo" y una "oportunidad para mejorar", en la que deben tener "el valor" de enfrentarse a adversarios en buena forma con la conciencia de que pueden superarlos. "El Nápoles tiene que jugar de igual a igual, e intentar ganar". Buscará repetir el "gran partido de equipo" de la ida, donde a pesar de la "extraordinaria" puesta en escena del Barça, mejoraron "muchísimo" en la segunda parte y solo les faltó ganar.
Desde que agarró las riendas napolitanas son un equipo más compacto, "que no hace tantas concesiones" a los rivales y sobre todo que crea más oportunidades. "Estamos marcando bastante y defendemos adelante". Aunque lo más importante es que están jugando en campo rival con mucha seguridad y sin errores, ya que a él, no le gusta que su equipo "corra hacia atrás", lo que es un mérito de sus jugadores, que han hecho "avances increíbles" en el poco tiempo que llevan a sus órdenes, aunque a la mayoría los conocía, ya que Calzona formaba parte del cuerpo técnico de Spalletti. Pese a los cambios positivos, aún le queda bastante por hacer. "El recorrido no se ha acabado, es muy largo y queda mucho para convertirnos en el equipo que yo quisiera".
El transalpino ha analizado los últimos partidos del Barça, y esta semana ha visto como Lamine Yamal se echaba al equipo a la espalda y daba a los suyos tres puntos ante el Mallorca con un auténtico golazo. Para él, ya parece "un veterano" pese a que solo tenga 16 años, por lo que considera que "tiene las cualidades para llegar a ser uno de los mejores jugadores del mundo en el futuro, sin duda". Además de en el niño, también ha destacado a Frankie De Jong, un jugador que le "encanta", pero que no podrá jugar, pero el Barcelona tiene una plantilla muy amplia y cree que seguro que Xavi encontrará una solución.