El partido entre el Atlético de Madrid y el Feyenoord disputado el pasado miércoles en el Civitas Metropolitano ha estado en medio de la polémica y no por motivos meramente futbolísticos, sino más bien por los altercados protagonizados por los aficionados ultras del conjunto neerlandés que viajaron en masa hasta Madrid. Fueron que no todos estaban sentados en la zona acotada para la afición visitante y muchos de ellos vieron el partido desperdigados por las diferentes gradas del Metropolitano.
Y algunos de ellos estaban en la zona de los palcos VIP del estadio colchonero. Allí, tras el partido, varios de ellos comenzaron una pelea con un aficionado del Atlético, que acabó con lanzamiento de sillas y mesas del catering pero no quedó ahí la cosa, pues hoy, según ha desvelado ABC, una docena de ultras del Feyenoord y otra docena del Frente Atlético, quedaron en un bosque para pelearse.
Según este medio es una moda que se está extendiendo conocida como la 'Champions League del hooliganismo'. Doce ultras de cada equipo, un bosque o un descampado, una pelea rápida, un minuto aproximadamente y a otra cosa. En esta ocasión la victoria fue para los neerlandeses, con presencia del Rotterdam Jongeren Kern (R.J.K.) y el Firm FIIIR (Feyenoord third generation Rotterdam).
Estos ultras del Feyenoord ya se pelearon hace dos semanas con los 'hooligans' del Celtic de Glasgow, en aquella ocasión tan sólo siete contra siete, lo que viene a demostrar que es una moda que está imponiendo esta temporada en los partidos europeos.
Un patrón común en todos ellos es su juventud, no suelen pasar de los 25 años y no se pueden usar armas. Esta nueva moda viene dada por la cada vez más alta presión policial en los aledaños del estadio, obligando a estos ultras que buscan este tipo de actos a trasladarse cada vez más a la afueras para poder dar rienda suelta a su violencia.
Por suerte, este tipo de enfrentamientos no está teniendo seguimiento en España entre aficiones de equipos de LaLiga. Sí se produjo un intento allá por 2013 cuando los ultras del Atlético de Madrid, el Frente Atlético, y los del Real Madrid, Ultras Sur, un día ante de la final de la Copa del Rey, que finalmente no se produjo en un descampado próximo al campus de Cantoblanco. Los ultras del Atlético se retiraron antes de tiempo al advertir la presencia de coches patrulla por la zona.