Los precedentes que alimentan la 'teoría de la conspiración' de Orsato e Irrati contra Sergio Ramos y el Sevilla

Sigue coleando la polémica del PSV-Sevilla (2-2), donde los nervionenses señalan a las decisiones arbitrales como culpables de haber sumado únicamente un punto, habida cuenta de que fue anulado vía VAR un tanto de Pedrosa con 0-0 por una presunta mano previa del ex espanyolista, además de señalarse un penalti rigurosísimo a Sergio Ramos que supuso el empate neerlandés. Los más puristas denuncian que, incluso, la falta lateral del camero que da origen al empate definitivo es inexistente. Sea como fuere, los locales igualaron por dos veces la desventaja infligida por los hispalenses, a los que supo a poco el punto arañado en el Philips Stadion. Y el dúo formado por Daniele Orsato y Massimiliano Irrati acaparan todos los focos, ya que el primero se apoyó en el segundo, responsable del videoarbitraje, para sustentar sus decisiones más polémicas, reavivando una pareja que acumula escándalos en el pasado.

Por ejemplo, el de Vicenza y el florentino dirigieron con los mismos roles la ida de octavos de la final de la Champions League 19/20, con triunfo del Manchester City en el Santiago Bernabéu por 1-2. En las postrimerías fue expulsado el central camero por una leve falta sobre Gabriel Jesús cuando era el último hombre, acción idéntica a la protagonizada unos minutos antes por el delantero brasileño para, empujando al '4' blanco, hacerse hueco en el área y batir a Courtois, haciendo el 1-1. De Bruyne completaría la remontada de un tanto del hoy bético Isco Alarcón. Entonces, Ramos denunciaba que, si no había sido falta el contacto con el artillero mancuniano, tampoco debió serla al revés en una acción que impediría que el aljarafeño participase en el choque de vuelta, también decantado por la mínima (2-1) del lado albiceleste ante el Real Madrid.

En la 17/18, Orsato armó una buena en el Inter-Juventus (3-2) de la jornada 35ª de la Serie A, que prácticamente dio el título a la 'Vecchia Signora', que mantenía un intenso pulso con el Nápoles. Aquel 'Scudetto' quedó condicionado por dos decisiones del colegiado internacional desde 2010: roja directa a los dieciocho minutos al local Vecino por una entrada sobre Mandzukic y perdón de la segunda amarilla al visitante Pjanic por un codazo en la cara a Rafinha. En un programa de TV, el árbitro de 47 años admitió que "todos cometen errores; sólo queda trabajar para corregirlos", aunque la FIGC (Federación Italiana de Fútbol) le condenó a tres años sin dirigir a los 'neroazzurri', después de pedir los audios del VAR de aquel día y recibirlos tarde... y con esa acción omitida. Aunque no está demostrado que sea hincha de la 'Juve', la teoría de la conspiración habla de que este martes se habría cobrado ante el Sevilla la revancha por la eliminación nervionense del cuadro turinés en las semifinales de la pasada Europa League.

Los mismos que defienden esa confabulación ven una venganza también por la víctima en la final de la Séptima, la AS Roma, aunque los capitalinos se sintieron igualmente perjudicados por el del Véneto. En la 21/22, validó, con la posterior connivencia del VAR, el 1-0, a la postre definitivo, de los blanquinegros, obra de Moise Kean, aunque la acción venía precedida de una mano de su compañero Cuadrado. Tammy Abraham empató, aunque, un segundo antes, Orsato lo anuló, dejando sin efecto una de las máximas de la 'ley de la ventaja' por un penalti anterior a Mkhitaryan que lanzaría Veretout y detendría Szczesny. Todo esto, sin contar errores de bulto en Mundiales como el de Qatar, cuando fue responsable de la polémica semifinal entre Países Bajos y Argentina, así como del tanto anulado a Ecuador ante la anfitriona en el partido inaugural.