Luis Enrique, entrenador del París Saint-Germain, aseguró en rueda de prensa que antes del choque de ida de semifinales de la Champions League ante el Borussia Dortmund que perdió 1-0, habría firmado tener tantas ocasiones para marcar; sin embargo, de igual modo admite que es un golpe duro no haber sido capaces de materializar ninguna de las oportunidades que han tenido.
"Los entrenadores tomamos decisiones según pensamos que es lo mejor para nuestro equipo. Antes de valorar los cambios, hay que decir que ha sido un partido igualado con dos equipos que juegan bien cuando tienen en balón y que es difícil quitárselo. Hemos generado muchas ocasiones de gol para los dos, y si me dicen que firmase eso antes de empezar, lo hubiese hecho. Lo malo es que ellos han metido la que han tenido y nosotros no hemos convertido ninguna, no hemos sido capaces. Es un resultado que refleja la igualdad en el terreno de juego", expresa.
Cuestionado por cómo se plantea el encuentro de vuelta, el preparador español tiene claro que no tienen nada que perder, si bien aclara que la mentalidad de salir a ganar hubiese sido la misma independientemente del resultado de la ida.
"Estoy seguro que es la primera vez que el Dortmund juega el segundo partido fuera de casa y la primera que nosotros jugamos el segundo en casa. Son escenarios nuevos y diferentes. No tenemos nada que perder e independiente del resultado hubiésemos ido a ganar el siguiente partido. Creo que todo lo que ha rodeado al partido con las aficiones ha sido genial, generando un ambiente excepcional con los alemanes y nuestros 3.000 parisinos animando. Ya solo hay que pensar en recuperarse y mejorar algunos aspectos del juego, pero repito, hubiera firmado generar las ocasiones que hemos generado, pero después hay que estar algo más efectivos. El encuentro de vuelta será abierto como éste y ya veremos que versión vemos", anuncia.
Volviendo al plan que dispuso en la ida sobre el verde, 'Lucho' insiste en que presionar y ser agresivos era la idea, si bien por momentos no ha podido ponerse en práctica. "Nuestro objetivo era presionar. Ellos con el balón pueden jugar pases cortos, pero a la vez con Fullkrug pueden jugar en largo. Hemos intento protegernos en ese lado y permitir un dos contra uno con Barcola cerca. Es un equipo muy bien trabajado. Creo que ha estado muy igualado y disputado. En la primera parte hemos estado algo menos intensos en ataque, generando menos peligro", concluye.