Celtic
At. Madrid
Las circunstancias determinan el valor de los resultados y lo que, a priori, sería insuficiente puede considerarse valioso en función de lo ocurrido sobre el césped. Una teoría perfectamente aplicada al Atlético de Madrid en Celtic Park, donde sufrió lo indecible por un gol tempranero y una reacción inmediata de los locales tras el empate.
Además, cuando más cerca se hallaba de la victoria, cuando ya avanzaba a favor del viento, la expulsión de Rodrigo de Paul le obligó a resistir en la recta final y a conformarse con un punto valioso (2-2) en una auténtica batalla. Pierde el liderato del Grupo E, sí, pero salió vivo de un infierno con la cabeza alta.
No en vano, el partido arrancó con un golpe duro para el Atlético, pues el empuje inicial del Celtic se transformó casi de inmediato en el 1-0 para los locales merced a una combinación en el área culminada por Furuhashi.
Este tanto tempranero condicionó a los colchoneros, abocados a remar contracorriente ante un rival que imprimía un ritmo muy alto, que presionaba arriba y que encontró la forma de percutir por las bandas, sobre todo por la derecha, donde Galán sufrió un calvario con Maeda.
Aun así, el Atlético ganó terreno poco a poco. De Paul Asumió responsabilidad, Griezmann explotaba los espacios y en una de las llegadas, Molina, muy activo hasta el momento, fue derribado por Taylor. El árbitro no lo dudó y señaló penalti. Griezmann falló a la primera, pero recogió el rechace para empatar.
Sin embargo, la alegría apenas si le duró a los de Simeone, pues cuatro minutos después, una acción iniciada por la izquierda la remató a la red Palma con un poderoso remate cruzado. Con 2-1, el Atlético solo inquietó en la recta final con un par de llegadas sin remate, mientras que Oblak tuvo que emplearse a fondo para evitar el tercero. Debía mejorar mucho para voltear la situación.
Simeone lo sabía e introdujo dos cambios tras el paso por vestuarios. Marcos Llorente entró por Javi Galán y Riquelme por Saúl, y lo cierto es que su decisión surtió efecto casi inmediato. No en vano, una arrancada de Llorente con potencia terminó con un centro magnífico que remató Morata con un cabezazo en plancha (2-2).
Ya había avisado el delantero con un disparo alto y después acarició el tercero con un disparo potente, pero sin colocación. El Atlético había despertado, aprovechando también el desgaste físico de un Celtic que cambió el sistema para defenderse con tres centrales.
Sin embargo, no cabía ni un ápice de relajación, pues los locales, por casta, también se acercaban al área atlética, hasta el punto de que Witsel tuvo que salvar el 3-2 con Oblak superado.
Momento clave
Tras ese susto, el dominio correspondió por completo al Atlético, ya volcado sobre el área local, con alternancia entre una colección de centros llovidos y combinaciones rápidas en corto, a lo que ayudó el ingreso Correa, que rozó el 2-3 tras revolverse en el área. Sin embargo, en el minuto 82 los de Simeone sufrieron un nuevo golpe, con la expulsión de Rodrigo de Paul por doble amarilla cuando más apretaban.
Aun así, lo intentó con algún acercamiento tímido para, en la recta final, saber resistir ante el último arreón del Celtic. Un asedio en el que sobrevivió para firmar un valioso punto en un partido en el que casi siempre fue en contra del viento.
Ficha técnica:
Celtic: Hart; Johnston, Carter-Vickers, Scales, Taylor; O'Riley, McGregor, Reo Hatate (Paulo Bernardo, m. 7); Maeda, Kyogo Furushashi y Palma (Phillips, m. 62)
Atlético de Madrid: Oblak; Molina, Savic, Witsel, Hermoso, Galán (Riquelme, m. 46); De Paul, Koke, Saúl (Llorente, m. 46); Griezmann y Morata (Correa, m. 72).
Goles: 1-0, m. 4: Furuhashi. 1-1, m. 25: Griezmann. 2-1, m. 28: Palma. 2-2, m. 53: Morata.Árbitro: Felix Zwayer (Alemania). Expulsó por doble amarilla a De Paul, por el Atlético de Madrid, en el minuto 82. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Carter-Vickers (m. 30), Luis Palma (m. 48) y Taylor (m. 59) y a los visitantes Javi Galán (m. 38), Nahuel Molina (m. 49+) y Savic (m. 83).
Incidencias: partido correspondiente a la tercera jornada del grupo E de la Liga de Campeones, disputado en Celtic Park ante unos 60.000 espectadores.