Valencia
Celta
El entrenador del RC Celta de Vigo, Rafa Benítez, ha vivido todo un tobogán de emociones en su vuelta a Mestalla para enfrentarse al Valencia CF, club en el que ganó dos trofeos de LaLiga, una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa a principios de este siglo. Ahora llegaba como rival del club che, entrenado por uno de sus pupilos en aquella recordada plantilla, Rubén Baraja. La entidad levantina, primero, y la afición blanquinegra, a su salida al campo, desataron la "emoción" del entrenador madrileño, que en sólo 90 minutos pasó a la "rabia" por un partido más sin ganar de su equipo: con un triunfo en 14 jornadas, el nerviosismo empieza a cundir; pero pese a ello mandó un mensaje de positivismo. Este Celta va montado en unna montaña rusa.
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"El resultado me da rabia", admitía al término del encuentro Benítez sobre el 0-0 de este sábado, lamentando las ocasiones falladas por Strand Larsen en la primera mitad y de Luca de la Torre e Iago Aspas, en los minutos finales de un choque de área a área, un correcalles con más voluntad que acierto que los dos equipos aceptaron confiando en llevar el ascua a su sardina antes que el otro: "El partido se quedó abierto, podía ir para un lado o para otro, pero hemos tenido llegadas para hacer algo más, aunque estoy contento porque el equipo pelea y compite", añadió, pasando a su versión más optimista.
"Si analizamos los tres últimos partidos, en los que hemos encajado goles al final, no tienen que ver ninguno con otro, son situaciones distintas. Hoy, el hecho de haber dejado por fin la portería a cero -por primera vez en la temporada- y haber defendido bien -gran partido de Starfelt- tiene que ser algo positivo. Espero que sea un punto de inflexión y que nos permita sumar de tres en tres pronto. Esto es un maratón, confío en tener fuelle para llegar al final", dijo en rueda de prensa. Benítez reconoció que el Valencia CF es un equipo que trata de jugar igual que el suyo y agregó que ha echado en falta alguna ocasión más por parte de su equipo al contraataque para intentar ganar el partido. "Nos ha faltado un puntito. En nuestra situación sería más interesante sumar de tres en tres", destacó.
Sobre su vuelta a Mestalla, Benítez sacó su lado emotivo al manifestar que se vio gratamente sorprendido y admitió que no esperaba tanto cariño. La grada le ovacionó cuando saltó al césped y, antes, el club colocó en el vestuario del Celta un cuadro de bienvenida agradeciendo el legado que dejó en Mestalla. "Estaba muy emocionado, me ha gustado ver la foto a la entrada en el vestuario y el recibimiento de la gente".
"Valencia siempre va a estar en mi corazón con un gran recuerdo. Me emociono por la gente y los éxitos, pero me he centrado para intentar encontrarle los puntos débiles al Valencia, que tiene pocos, y encontrar nuestras cualidades", finalizó, volviendo a cambiar de emociones de manera súbita. Se está especializando en ello. Al menos esta vez no hubo lío con los árbitros.