Había mucha ilusión esta campaña 2023/2024 en Vigo con el centenario del Celta. Pero las buenas esperanzas se están convirtiendo en pesadilla. No hay buenas noticias y la afición exige cambios de inmediato. La discutida figura de Rafa Benítez seguirá una semana más en el banquillo del club a la espera de un cambio de rumbo. Pero los números no invitan al optimismo. La entidad celeste está en la antepenúltima posición de Primera división con sólo nueve puntos. Sólo ha cosechado una victoria en 15 jornadas y en casa no sabe lo que es sumar los tres puntos. Por si fuera poco, la entidad que preside Marián Mouriño recibe un mazazo de los tribunales. Tendrá que pagarle una buena indemnización a un exentrenador del filial.
A perro flaco, todo son pulgas. Ya lo dice el refrán. Y es que el Celta ha recibido una sentencia desfavorable y tendrá que rascarse el bolsillo por un despido no ético. Un dinero que el equipo de Luís Campos en la parcela deportiva ya no podrá destinar a los fichajes que tienen pendientes en este próximo mercado que abrirá sus puertas el 1 de enero.
El conjunto gallego tendrá que pagar 162.000 euros a Onésimo por un despido 'no legal'. El mítico jugador del Sevilla FC o Valladolid, entre otros, dirigió al Celta B entre enero de 2020 y junio de 2022. Su salida fue conflictiva. Aún le restaba un año más de contrato cuando le comunicaron a través de un correo electrónico su destitución.
El técnico pucelano decidió demandar al club vigués después de que éste le comunicase un despido disciplinario por discrepancias en "la política de gestión de futbolistas" según apunta el diario El Faro de Vigo. Pues bien, los juzgados le han dado la razón y ahora se embolsará 162.000 euros. Un buen aguinaldo ahora que llega la Navidad.
Onésimo dirigió al Celta B un total de 69 partidos. Dejó un balance de 33 victorias, 15 empates y 21 derrotas. Sumó 114 puntos llegando su equipo a materializar 105 goles a favor y conceder 80 en contra. El filial promedió bajo su estancia en el banquillo 1.64 puntos por partido.
Antes de recalar en el filial celtiña, Onésimo estuvo en el Girona como segundo de Eusebio Sacristán. Como primer entrenador había dirigido a Toledo, Real Murcia, Real Valladolid y el filial blanquivioleta. Su última etapa como preparador fue en el Atlético Baleares.