El futuro de Santi Mina no pinta bien. El jugador vive momentos muy duros en su vida personal que están condicionando su carrera deportiva. Sobre sus espaldas pesa una condena de cuatro años por un delito de abuso sexual cometido en la localidad almeriense de Mojácar hace ya unos años. Nada más conocerse la sentencia, el Celta de Vigo rescindió su contrato y el futbolista gallego no encuentra nuevo equipo. La Sampdoria de Andrea Pirlo estuvo a punto de incorporarlo pero los aficionados italianos se opusieron a su llegada por el problema extradeportivo que sacude su vida privada.
Santi Mina ha recurrido la condena de cuatro años de cárcel en el último intento de eludir su entrada en prisión. El tiempo se le agota y no parece que la sentencia sea móvil. Con este panorama y pese a su innegable calidad futbolística, Mina observa como el mundo del fútbol le ha dado la espalda. Con la mayoría de mercados ya cerrados y las temporadas en marcha, los equipos no quieren saber nada de él. El último que lo intentó fue la Sampdoria, equipo de la Segunda división italiana, pero los seguidores tumbaron su llegada a base de protestas. El conjunto genovés dio marcha atrás y le cerró finalmente la puerta.
Con este 'pastel' tan negro, la carrera deportiva de Santi Mina se evapora con tan sólo 27 años. Sus últimas opciones para volver a jugar pasan por aceptar una propuesta de alguna liga perdida en el mundo. El tiempo pasa y poco queda ya de aquel delantero que brillaba en Primera División en las filas del Celta y Valencia CF.
Tanto en el conjunto gallego como en la entidad che, el ariete llegó a marcar 42 goles con cada una de ellas además de repartir casi una veintena de asistencias. La última vez que se le vio en un terreno de juego con una camiseta puesta fue en Arabia Saudí con Al-Shabab. Durante la temporada pasada llegó a anotar seis goles en 26 encuentros de Liga a las órdenes de Vicente Moreno, hoy entrenador de la UD Almería. Su último partido fue el 31 de mayo de este año ante Damac.