El Celta de Vigo comienza este viernes a preparar la temporada 24/25 de la mano de Claudio Giráldez, una vez que los integrantes de la primera plantilla celeste pasaran los pertinentes reconocimientos médicos en A Sede desde primera hora del pasado miércoles. Una vuelta al trabajo en la que la tónica principal será el alto número de integrantes, con hasta 30 hombres disponibles, y la falta de refuerzos por ahora, lo que preocupa. Algo que en Vigo desean cambiar cuanto antes, teniendo el primer amistoso el próximo 13 de julio, contra el Benfica.
Prácticamente todo por hacer en Balaídos, donde podría decirse que la primera plantilla al completo está prácticamente en venta. Y es que para entrar antes hay que salir. La única excepción a esta realidad sería su capitán, Iago Aspas, de quien podría decirse que es el único que tendría asegurada su presencia como celeste este curso. El de Moaña está llamado a ser el líder del vestuario una temporada más y a sus 37 años se da la particularidad de que es la última que tiene firmada con la entidad.
Habiendo ganado hasta en cuatro ocasiones el Trofeo Zarra, el pasado año no fue el mejor para él, quien tuvo sus diferencias con Rafa Benítez en el banquillo. Pese a ello, acabó con unos números nada desdeñables, yendo su rendimiento claramente a más con la llegada al banquillo de Giráldez. Nueve goles y diez asistencias en 36 partidos firmó Aspas, quien ahora tendrá nueve meses de competición por delante para acabar de decidir qué ocurrirá con su futuro.
El planteamiento es sencillo. O cuelga las botas a final de temporada o renueva por una campaña más; algo que ya está más que hablado y sobre lo que el propio Iago Aspas se ha pronunciado abiertamente al respecto, dejando el balón en el tejado del club: "Si me encuentro bien la temporada que viene, estoy teniendo minutos y las piernas aguantan, hablaré con el club para saber cuál es su pensamiento y si seguimos otra temporada. Si no juego, no me divierto y vengo a entrenar y me duele todo, hablando con el club, lo mejor será que me retire y hablaremos de otra cosa. ¿Retirarme en el Celta? Lo tuve claro desde que volví de Sevilla en 2015. Tengo a mi familia, a mis hijos, a mi mujer y a mis padres. Todo lo que necesito lo tengo aquí, no necesito más para ser feliz”.
Desde RC Celta de Vigo apuntan a Relevo que será una decisión puramente personal y que, por tanto, será Aspas quien tenga siempre la última palabras. Si Iago Aspas quiere seguir en activo más allá del 30 de junio de 2025 lo hará, no obligando nunca desde la directiva a su retirada. Está por ver, eso sí, en qué condiciones. Y es que Iago Aspas es hoy por hoy el mejor pagado del plantel, un elevado caché que seguramente no podría mantener. O sí, pues también dependerá de cuál sea su rendimiento este curso.
En A Sede, en cualquier caso, tienen claro que en el caso de sentarse a tratar la renovación con Iago Aspas todo será un puro formalismo que no durará mucho. Y es que el Iago Aspas del tramo final del curso pasado es un claro ejemplo del momento en el que se encuentra el capitán celeste, que con Rafa Benítez había perdido ciertas motivaciones futbolísticas más allá de querer sacar del Pozo al equipo de sus amores en el año de su centenario. Con Giráldez, en cambio, ha vuelto a recuperar el estatus de peso pesado que siempre ha tenido dentro del vestuario y que sobre el césped fue perdiendo con el técnico madrileño. De colgar las botas, eso sí, está claro también que su futuro seguirá ligado al conjunto celeste.