El Celta sufrió el viernes una nueva derrota, en Montilivi ante el Girona, y continúa hundido en puestos de descenso y sin conocer la victoria desde el 1 de septiembre. Ocupa la decimoctava posición tras encadenar siete partidos sin ganar, pero la directiva viguesa se ha apresurado nuevamente a ratificarle en su cargo. Ya lo hizo el presidente, Carlos Mouriño, tras perder en casa contra el Atlético, y ahora, después del 1-0 contra los catalanes, lo ha hecho Carlos Cao, director de relaciones institucionales en declaraciones a TVG.
"Reiteramos nuestra confianza en Rafa Benítez. Estamos inmersos en un proyecto de tres años, que es para lo que vino Rafa, y estamos encantados de que siga. Hay que llamar a la unidad de todos para buscar este fin de semana ese punto de inflexión que deseamos", indicó Cao en un claro mensaje de apoyo acorde a la postura mostrada por el club desde que la situación empezó a torcerse.
Y es que en el discurso público de la alta cúpula olívica siempre se hace hincapié en el que se le fichó para un proyecto a largo plazo y que la fe en la reacción sigue vigente, escudándose en que las sensaciones son mejores que los resultados y que no les han sonreído las decisiones arbitrales ni la suerte. Un argumento potenciado por la acción polémica en Montilivi, donde Díaz de Mera anuló un tanto al Celta justo antes de que marcara el Girona, lo que hizo explotar a Benítez.
Esta acción ha copado la actualidad del Celta y ha relegado a un segundo plano la capacidad del técnico madrileño para resucitar al equipo. Pero la realidad es que la ratificación a Rafa Benítez por parte de planta noble celeste tiene letra pequeña o trampa, porque detrás de las palabras de apoyo subyace un debate y unos plazos para despedirle. Hace ya varias semanas, este diario informó de que, como mínimo, Carlos Mouriño prolongaría su paciencia durante octubre y así ha sido a pesar de los resultados negativos, si bien, como es lógico, la paciencia no será eterna y el mes que viene será determinante para el futuro de Benítez en el banquillo céltico.
El Celta recibe en el inicio de noviembre al Sevilla para después visitar San Mamés, partido previo a un nuevo parón por los compromisos internacionales, un momento clave, pues de no haber signo de reacción, la directiva ya se plantearía seriamente su destitución a pesar de que abonarle su finiquito supondría un duro golpe a las arcas de Balaídos, ya que le firmaron por tres temporadas a razón de cinco millones cada una. Es la hoja de ruta marcada por los dirigentes del club, en la que también están subrayados en rojo los choques siguientes, ante el Valencia, en Mestalla, a finales de noviembre, y en casa contra el Cádiz, en el inicio de diciembre.
Fuentes vinculadas con el club, corroboran a ESTADIO que Rafa Benítez "tiene crédito aún", pero también que el escudo del proyecto a largo plazo y el lastre económico tienen fecha de caducidad si no se inicia en el mes siguiente la remontada.