La irregularidad está siendo la tónica dominante en el Celta de Vigo a lo largo de la presente temporada. Después de lograr una sola victoria en las 16 primeras jornadas, los celestes se han visto condenados desde que arrancó el curso a una indeseada pelea por el, que está sólo a tres puntos de distancia.
Esta situación ha llevado a Rafa Benítez a ser seriamente cuestionado a lo largo de los últimos meses. Incluso, se apuntó que sólo el alto coste de su finiquito era lo que le mantenía sentado en el banquillo de Balaídos, aunque desde el club gallego siempre lo han negado.
Pero después de una mejoría esperanzadora, con sólo una derrota en siete partidos, entre las jornadas 14 y 20, el equipo ha vuelto a caerse, con cuatro encuentros perdidos de los cinco últimos disputados. Todo ello, a las puertas de una auténtica final ante el Cádiz, el equipo que marca la barrera del descenso y que el próximo domingo tiene la oportunidad ante su afición, en el Nuevo Mirandilla, de empatar a puntos con los vigueses.
Con 20 puntos en 25 partidos, de los cuales sólo ha ganado cuatro, la situación del Celta es dramática, aunque muchos coinciden en que ha hecho méritos para mecer más, además de ser objeto de un buen número de errores arbitrales. Pero como siempre sucede en estos casos, se vuelve a mirar al banquillo y el despido vuelve a ser una seria amenaza para Benítez, tal y como informa Relevo.
De momento, no será sustituido ni en caso de derrota ante el Cádiz, lo que le llevaría a ocupar una plaza de descenso. Pero en la entidad que preside Marián Mouriño no esconden su preocupación y se han marcado como plazo los cuatro siguientes partidos, incluido el del próximo domingo, que tendrán lugar antes del parón de mediados de marzo.
Así, después de visitar el Nuevo Mirandilla, el Celta recibirá en casa al colista Almería. Ahí sí, la grada podría dictar sentencia en caso de no vencer ante el único equipo de LaLiga EA Sports que aún no conoce la victoria. Pero después, además, habrá que afrontar dos complicadas salidas para medirse al Real Madrid y el Sevilla, un rival directo que ha comenzando a sacar la cabeza.
Si en esos cuatro partidos el equipo no reacciona, desde la planta noble de Balaídos no se descarta tomar una medida drástica para enderezar el rumbo del equipo. Benítez, pon tanto, tiene por delante un mes vital para su futuro. Mientras tanto, algunos en el club ya piensan que el posible relevo está en casa: Claudio Giráldez, técnico del filial, aunque será el director de fútbol, Marco Garcés, quien decida.