Como el extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, así es el Celta de Vigo en este inicio de temporada 2024/2025. Lo ha ganado todo en Balaídos pero también lo ha perdido todo cuando juega de visitante. Nueve puntos alumbran en su clasificación gracias a los triunfos ante Alavés, Valencia y Real Valladolid. Pero Claudio Giráldez tiene la asignatura de asentar al equipo en sus desplazamientos. Este fin de semana volvió a caer. Lo hizo en San Mamés por 3-1 frente al Athletic Club de Ernesto Valverde. Sin tiempo para digerir y analizar, el jueves volverá a tener partido liguero y recibirá la visita de uno de los grandes, el Atlético de Madrid.
Curioso es el inicio de temporada del Celta. Atrás quedó el decepcionante curso del Centenario donde las cosas no salieron y luchó hasta último momento por no bajar a Segunda división. Rafa Benítez tuvo que ser destituido en marzo y fue Claudio Giráldez quién llegó del Fortuna para 'salvar los muebles' y apostar por la cantera como pilar del nuevo proyecto. Por el camino se quedó también el portugués Luís Campos y aterrizó Marco Garcés.
Giráldez aún no ha sido capaz de encontrar con precisión lo que sucede en su plantilla cuando sale a jugar lejos de casa. Porque el Celta compite, da la cara, pero es frágil defensivamente. Por la mínima e in extremis cayó en La Cerámica frente al Villarreal (4-3), Un penalti evitable dilapidó las opciones de puntuar. Idéntico caso sucedió en Pamplona ante Osasuna (3-2). Y este domingo en San Mamés, tuvo chances de sumar pero perdió 3-1. No jugó mal, propone y genera situaciones de peligro pero el hándicap está en las concesiones que permite.
El conjunto rojiblanco le hizo tres goles en cinco disparos. Falta agresividad en la zaga y eso lo aprovechan los rivales. Pero lo más llamativo es el balance global de los números de la entidad a domicilio. El cuadro olívico ha anotado seis goles en tres envites como visitante. Sólo le supera en este registro el Barça (13) y está empatado con el Athletic, también con seis tantos cosechados fuera.
El problema está en lo que encaja en sus desplazamientos. Suma 10 en contra y sólo es superado por el Valladolid, que aún no ha sumado en sus encuentros como visitante y los cinco que tiene en la clasificación los ha conseguido en el José Zorilla.´
Un contraste agridulce que limitan las aspiraciones de la entidad en una temporada donde la afición acude a Balaídos con otra cara. Porque si el Celta es capaz de encontrar la llave del equilibrio será un combinado a tener en cuenta esta temporada.