No está siendo una temporada sencilla para el Celta de Vigo. Ni tampoco para su gran referente: Iago Aspas. A sus 36 años, el de Moaña está lejos de los números realizadores de otras temporadas. Incluso, ha sorprendido su suplencia en algunos partidos. Sin ir más lejos, en los dos anteriores a la derrota ante el Barcelona, siendo en total cuatro los encuentros de LaLiga EA Sports que ha arrancado desde el banquillo.
En uno de ellos, además, se quedó sin minutos. Fue en la visita a Osasuna, cuando permaneció todo el choque sentado en el banco de los reservas, algo que no sucedía desde mayo de 2021. Una nueva realidad que ha destapado su tensa relación con Rafa Benítez.
Por este motivo gana peso la posibilidad de una despedida al final del curso, con el Al-Shabab de Arabia Saudí muy pendiente de su situación. Pero lo cierto es que su actual estatus no sólo tiene que ver con las decisiones del técnico madrileño. Para la afición, también ha dejado de ser el futbolista franquicia del Celta de Vigo. Y es algo que viene ya de la pasada campaña.
De algún modo, eso es lo que se deduce del resultado de las votaciones del XIII Trofeo Manuel de Castro, abiertas a aficionados, jugadores de la plantilla celeste y prensa. El propio club vigués ha dado a conocer el ganador de este galardón que premia al mejor jugador del Celta en el año y el elegido en 2024 no ha sido Aspas.
Se trata de una sorpresa, puesto que el ex del Liverpool y el Sevilla había ganado este trofeo en las siete últimas ediciones. Desde que regresó en 2015, sólo ese primer año se quedó si ser reconocido como el mejor de su equipo, llevándose tal distinción el chileno Fabián Orellana.
Lo negativo para el Celta es que el cambio de ciclo no tiene el relevo deseado, pues el vencedor en 2024 no es otro que Gabri Veiga, tras ser traspasado el pasado verano al Al-Ahli saudí por poco más de 30 millones de euros. A sus 21 años, recibirá esta preciada distinción en su próxima visita a Vigo.
La irrupción del centrocampista de Porriño eclipsó a Aspas y su sombra es alargada. Sus once goles y cuatro asistencias del pasado curso le coronaron como el mejor para una afición que, pese a todo, tiene al de Moaña en un pedestal, por su compromiso sin fisuras con el club de su vida.
En su primera etapa, además, el capitán celeste ya ganó el mencionado trofeo en 2012, en la que fue su segunda edición, siendo los otros ganadores del mismo Álex López (2011), Augusto Fernández (2013) y Nolito (2014), amén del mencionado Orellana.