A Marian Mouriño le está tocando un primer año de mandato algo duro. En el año del Centenario habían puestas muchas expectativas y para ello se trajo a Rafa Benítez. Sin embargo, el fútbol les ha dado la espalda hasta la fecha y el conjunto celeste no consigue salir de los puestos de descenso.
Pero la nueva presidenta del conjunto vigués, en su primera entrevista como tal concedida a los medios oficiales del club, se ha mostrado muy segura de lo que desea construir y del 'modus operandi' para lograrlo: “Quiero que todo el mundo piense y hable de fútbol, que todo esté alrededor del fútbol. Para eso tienes que tener un proyecto conectado y que sea estratégico porque queremos un proyecto deportivo que nos represente, que represente nuestras raíces, nuestra identidad y nuestra comunidad. Queremos que la cantera sea ese pilar que nos una al proyecto deportivo”.
En una semana algo convulsa por la salida del asesor deportivo externo Luis Campos, Marian ha confirmado que se apostará por un organigrama “más amplio” y con "mucho más orden" en todas las áreas: “Crecerá el proyecto de scouting, crecerá el proyecto de análisis de datos y más áreas para que este proyecto deportivo sea sólido. No quiero un director deportivo al uso que venga un año y se vaya, necesito a alguien que dirija toda esta área con el sentido de dotar al club de conocimiento"..
Respecto al proceso de sucesión en la presidencia, ha confesado que ha sido más rápida de lo que ella esperaba porque el Celta “era y es el sueño de la vida” de su padre, quien en 2006 adquirió el paquete accionarial mayoritario del club al empresario Horacio Gómez.
Para la hija de Carlos Mouriño, quien rompió relaciones con el alcalde Abel Caballero por sus discrepancias en cuanto al estadio de Balaídos y a la construcción de la ciudad deportiva en Mos, es fundamental recuperar “la paz social” a nivel institucional: “Hago referencia a esa foto en el Pazo de Los Escudos -en la que posan Alberto Núñez Feijóo, Mouriño y Caballero- porque creo que fue uno de los hitos más importantes. Es una pena que al final no se pudo conseguir y se rompiera aquella foto. A mí me gustaría recuperarla, y lo digo desde el simbolismo, porque ni siquiera está ya la misma gente, pero sí quiero unir a Xunta, Diputación, Celta y Concello para hacer un Celta fuerte y competitivo”.