El Celta de Vigo y Claudio Giráldez llegaron a un acuerdo hace ya algunos días para extender su contrato más allá del final de esta temporada. El Celta de Vigo acudió a Claudio Giráldez el pasado mes de marzo tras el despido de Rafa Benítez, consecuencia este de los malos números del técnico madrileño al frente del cuadro gallego.
La llegada de Giráldez le ha dado un aire muy diferente al Celta de Vigo y aunque aún tiene por resolver la permanencia en Primera División, desde la entidad celeste se confía plenamente en el de O Porriño para sacar lo mejor de los gallegos.
Este pasado lunes, el nombre de Giráldez salió a la palestra debido a una información publicada por la Cadena Ser donde se hacía referencia a un precontrato que tenía el técnico gallego firmado con la UD Levante, conjunto de Segunda División.
Este precontrato que supuestamente tenía firmado Giráldez con la UD Levante provocaría que tras firmar su renovación con el Celta de Vigo, los gallegos tendrían que pagar una penalización para romper ese vínculo con el conjunto granota.
El Celta de Vigo no tardó demasiado en hacerse eco de esta información publicada por la Cadena Ser y a través de fuentes cercanas al club gallego, afirmaron a la agencia EFE que no tenían constancia del pago de tal indemnización por romper el contrato de Claudio Giráldez con el Levante.
Ahí empezaba el entuerto que continuó en la noche de este pasado lunes cuando según informó desde la Radio Galega el periodista Víctor López en el programa 'Ao contrataque', Giráldez no habría firmado ningún contrato con la UD Levante. Además, el citado periodista, recogió una declaración llevada a cabo por los representantes del técnico gallego: "No somos tan tontos como para firmar un contrato con 2 equipos".
A pesar de que el Celta de Vigo no ha hecho ninguna comunicación oficial al respecto, se espera que el próximo fin de semana, en la previa del duelo de los gallegos ante el Villarreal, el propio Giráldez responda a las cuestiones sobre el vínculo o no que tenía con la UD Levante.
Sea como fuere, Claudio Giráldez ha llegado al Celta de Vigo para iniciar desde abajo un cambio muy necesario en el conjunto gallego y que a pesar de su juventud (es el técnico más joven de Primera División con 36 años) ya cuenta con el aval de pesos pesados del vestuario como Iago Aspas. Precisamente ahí pudo radicar el principio del fin del predecesor de Giráldez, Rafa Benítez, su falta de sintonía con un buque insignia del Celta de Vigo.