El futuro de Orbelín Pineda y las exigencias del Celta

El Celta de Vigo y el AEK de Atenas cerraron el pasado verano la cesión del mexicano Orbelín Pineda hasta el próximo 30 de junio. Un préstamo que ahora el conjunto griego desea ampliar más allá de la presente temporada.

A base de buenas actuaciones con el equipo que dirige el argentino Matías Almeyda, el mediocentro azteca se ha ganado la confianza de los helenos, teniendo prácticamente enamorado a todos en Grecia. 18 son los partidos oficiales que Orbelín Pineda ha acumulado hasta la fecha; un total de 1.314 minutos en los que el mexicano ha conseguido, además, cinco goles y dos asistencias.

Buenas noticias para un Celta que poco a poco ve cómo su activo comienza a revalorizarse, una vez que hubiera caído en picado tras su llegada a Vigo. Su valor de mercado actual (según Transfermarkt) es de cuatro millones de euros; menos de la mitad de su tasación más alto, que llegó a ser de 9 kilos. A sus 26 años, en Vigo aún confían en en que Orbelín acabe explotando y se convierta en el jugador que apuntaba ser cuando llegó libre a España.

Según apuntan diversas informaciones, la directiva de las Águilas ya habrían iniciado las conversaciones con el Celta para intentar extender la cesión más allá del próximo 30 de junio, algo que se habría topado frontalmente con las elevadas pretensiones de los vigueses.

"Orbelín fue una gran apuesta de todo el equipo. Consideramos que tenía que ser referencia y bandera y no cuajó con un sistema, no con un equipo. No cuaja en un sistema, no en el equipo. Ahora tiene contrato y si me dices que si me gustaría repescarlo, como Celta no lo hubiéramos dejado ir”, dijo Carlos Mourinho, presidente del Celta de Vigo, en declaraciones a Gol semanas atrás.

Hasta el momento, la participación de Orbelín Pineda con la elástica celeste se resume a 93 minutos en siete encuentros desde que llegara en enero del curso pasado. En el mercado estival se abrió la posibilidad de un traspaso, estando el Standard de Lieja bastante cerca de ello. Sin embargo, el mexicano acabó saliendo en préstamo con destino a México.

El futbolista dejó claro desde un primer momento que su deseo era no regresar a México tan poco tiempo después de haber dado el salto a Europa, por lo que quería seguir intentado convencer a Coudet en Vigo o, por lo contrario, probar fortuna en un nuevo destino europeo. El Chivas, mientras, ya se había ofrecido para conseguir repescarlo, tras haber militado allá con anterioridad.