El Celta de Vigo ha iniciado la temporada 2024-25 en una montaña rusa de sensaciones. Los celestes querían dejar atrás el sufrimiento pasado en el anterior curso y empezaron pisando el acelerador a fondo con dos triunfos consecutivos; sin embargo, justo detrás han llegado dos derrotas y, lo que es más preocupante, hasta siete goles encajados en esos últimos encuentros... Sí, necesitan poner remedio a la sangría defensiva.
Con ese objetivo, Claudio Giráldez se ha puesto manos a la obra en el presente parón de selecciones. El preparador ya salió contrariado del encuentro ante CA Osasuna –cayeron por 3-1– y dejó claro que para llegar a ser un buen equipo de Primera división tienen que ser mucho más seguros atrás. Pues bien, para hacer realidad tal cometido cuenta con el que es ya un 'fichaje' fuera de mercado.
Así es. El técnico de los gallegos ha hecho numerosos cambios en sus alineaciones de las cuatro primeras jornadas, incluyendo la línea defensiva de tres hombres con la que juega. Sin embargo, esas rotaciones no han incluido hasta el momento a quien puede ser pieza clave de su retaguardia. ¿De quién hablamos? De Joseph Aidoo.
El central de 28 años sufrió hace once meses la rotura del tendón de Aquiles de su pierna izquierda, una gravísima lesión que le hacía despedirse de manera prematura de la campaña 2023-24 y le citaba con la 2024-25 para su vuelta, la cual aún no se ha dado.
Pese a contar con el alta médica desde la pretemporada, Giráldez sólo le utilizó en las segundas partes de cuatro partidos amistosos (Lille, Gil Vicente, Luton y West Ham) y aún no le ha dado minutos en LaLiga EA Sports, alegando que hay que tomar con calma su vuelta.
Afirmar algo así suena a todas luces arriesgado, pero ni mucho menos a locura. Durante los años previos a su lesión se puede decir que ha sido el zaguero más regular de los celestes en cuanto a su rendimiento. Así, desde su llegada en 2019 ha jugado una media de 31 partidos por año en la Liga, corroborando además que todos los entrenadores que han pasado por Balaídos han confiado en él. Además, con cinco años en Vigo es indudable que es un peso pesado del vestuario, por lo que tenerle sobre el verde no podría significar más que un plus para una defensa que necesita un líder fuerte.