La situación del Celta de Vigo resulta ciertamente preocupante. El equipo no está respondiendo a las expectativas y sólo ha firmado cuatro victorias en lo que va de temporada, con el descenso acechando a sólo tres puntos, lo que ha puesto de nuevo a Rafa Benítez en el punto de mira.
Aunque muchos consideran que el juego desplegado por los celestes les hace merecedores de más puntos de los que suman (apenas 20), lo cierto es que los errores propios están condenando a un conjunto que también ha sufrido un buen puñado de fallos arbitrales en su contra.
Las quejas de Benítez en este sentido han sido numerosas. Incluso, el club tomó en su día cartas en el asunto, trasmitiéndole su malestar al Comité Técnico de Árbitros en una reunión celebrado a finales de octubre, en la que estuvieron presente la presidenta de la entidad gallega, Marián Mouriño, y su homólogo en el citado comité, Luis Medina Cantalejo.
Pero tras dicho cónclave, volvieron a sucederse los fallos arbitrales en contra de un Celta que estalló al sentirse gravemente perjudicado en su encuentro frente al Sevilla. En concreto, señalaron directamente a Eduardo Prieto Iglesias, uno de los cuatro árbitros del VAR en aquel encuentro, al entender que eran ya varios los errores cometidos en su contra por este mismo colegiado a lo largo de la presente campaña.
Por ello, desde el club vigués se pidió al CTA que el navarro no les tocase más. Y como apunta Relevo, Medina Cantalejo dio luz verde a esa petición. No en vano, han pasado cuatro meses desde el mencionado choque ante el Sevilla y Prieto Iglesias no ha vuelto a ser designado para un partido del Celta.
Desde entonces, el pamplonés ha participado en 20 encuentros como árbitro de VAR y el Celta es el único equipo con el que no ha coincidido, aparte de Osasuna, en ese caso por ser el equipo de su ciudad.
No se trata de un hecho casual, puesto que desde el CTA siempre se suele rotar a los árbitros con todos los equipos. Todo responde, por tanto, al beneplácito de Medina Cantalejo ante la queja presentada por el Celta, si bien está por ver si esta decisión se mantiene hasta final de temporada, como esperan en la planta noble de Balaídos.
Las quejas celestes con respecto a Prieto Iglesias se ciñen especialmente a tres partidos: Así, ante Las Palmas, instó a Arberola Rojas a anular el que pudo ser el 0-1, obra de Larsen, por una supuesta falta, mientras que frente al Mallorca, fue clave su intervención desde el VAR para anular otro gol de Bamba que fue dado por válido en principio, pese a las dudas sobre si el balón traspasó la línea.
Pero lo que hizo explotar a los vigueses fue lo sucedido ante el Sevilla, cuando Hernández Hernández señaló penalti por un agarrón de Jesús Navas sobre Douvikas en el último suspiro, retractándose en su decisión tras revisar la jugada a instancias de un Prieto Iglesias que, de momento, tampoco intervendrá en la ‘final’ que el Celta afrontará este próximo domingo ante el Cádiz.