Escudo del Celta de Vigo: historia, significado, heráldica y evolución del emblema celeste

El Celta, fundado en 1923 a través de la fusión de dos clubes, el Real Club Fortuna y el Real Vigo, tiene uno de los escudos más particulares de LaLiga EA Sports

Escudo del Celta de Vigo: historia, significado, heráldica y evolución del emblema celeste
Escudo del Celta de Vigo: historia, significado, heráldica y evolución del emblema celeste - Cordón Press
Álex MartínÁlex Martín 5 min lectura

El Celta de Vigo es uno de los clásicos del fútbol español por méritos propios. El conjunto olívico, que ha tenido grandes momentos a lo largo de su historia, lleva ya varias temporadas consolidado en la máxima categoría, demostrando que es un grande, aun sin el palmarés de otros. Este club, que, en 2023 cumplió 100 años, ha evidenciado que tiene buena salud y que tiene cuerda para rato. Por ello, es una buena ocasión para analizar uno de sus grandes iconos: su escudo.

Fundado en 1923, a consecuencia de la fusión de los dos clubes que ya existían en Vigo, el Real Club Fortuna (cuya denominación aparece en el filial de los celestes, el Celta Fortuna) y el Real Vigo, el conjunto gallego cuenta con un escudo de lo más particular y distintivo, marcado por la cruz roja que nunca deja de llamar la atención.

¿Cómo fue el primer escudo del Celta de Vigo?

Es curioso saber cuál era el primer escudo de la historia del Celta de Vigo. No en vano, hay que recordar que era un escudo francés de estilo medieval en el que tenían cabida las iniciales del club, esa doble C tan característica. En este caso, iban en blanco sobre un fondo rojo. Asimismo, hay que tener en cuenta que contaban con la corona, ya que fue una herencia de los dos equipos que se fusionaron para crear el nuevo.

Sobre la corona, “cerrada de oro y pedrería” con 8 florines, cinco de ellos visibles, tal y como recuerda LaLiga, hay que tener en cuenta algo muy curioso. Esto es que, durante la II República Española, al contrario que otros clubes, este elemento no desapareció. Eso sí, en las equipaciones no hizo acto de presencia hasta que pasara la Guerra Civil, transcurrida entre 1936 y 1939.

Galicia y el color celeste, muy presentes en el Celta

Con el paso del tiempo, como no puede ser de otra manera, el escudo fue evolucionando, ya que todo cambia. En 1928, se empezaron incluir las referencias a la tierra, Galicia, algo que siempre ha formado parte de la identidad del Celta. Es en este año cuando aparece por primera vez en el escudo el color azul celeste, ese sin el que se puede entender a la entidad, valga la redundancia, hoy en día. De esta forma, se reemplazó al azul marino, que, a su vez, sustituyó desde 1924 al rojo en el fondo del escudo. Asimismo, en 1928, se incluyó la Cruz de Santiago, algo fundamental para la institución, ya que es un símbolo gallego.

Tal y como expresó Juan Baliño Ledo, uno de los artífices del nacimiento del Celta, el celeste y el blanco, que, desde el principio, formaron parte de las equipaciones, tenían la intención de hacer “patente el origen y espíritu gallego del club”. Así, se fue moviendo al rojo y al blanco, que son las gamas cromáticas de la bandera de la ciudad, a la segunda camiseta. No en pocas ocasiones, las vestimentas de visitante de los de Balaídos han llevado esos colores.

El escudo del Celta ha tenido cambios, pero no demasiados

A partir de ahí, en pocas ocasiones se ha ido retocando el escudo, ya que los elementos eran intocables. En la década de los 40, se dio una mayor relevancia al blasón con la doble C, pero no duró mucho, ya que en los 60, la idea era darle equilibrio a todo lo que formaba parte de este icono, uno de los grandes símbolos del Celta. De hecho, el de aquella época era un escudo prácticamente idéntico al que vemos hoy en día, con la diferencia en la zona de los bordes, el estilo que tenía la corona y el “tamaño y el grosor” de esa doble C tan característica.

¿Qué cambios se han hecho en el escudo del Celta de Vigo actualmente?

Para quien no lo sepa, el último cambio que se ha realizado al escudo se produjo en el año 2010, ya que se estilizaron las formas, se quitaron los tonos dorados de los bordes de la doble C, se aclaró el rojo de la Cruz de Santiago y se hizo destacar todavía más el color celeste en las equipaciones.