Adrián Embarba vuelve a estar en el punto de mira del Celta de Vigo. Quizás nunca haya dejado de estarlo para el conjunto dirigido por Rafa Benítez. La temporada del centenario debe ser motivo más que suficiente para que el Celta de Vigo vaya con todo en cada partido y también en cada una de las incorporaciones que intente. Los gallegos están inmersos en pleno proceso de mejora de la plantilla y cuando parece que tiene prácticamente cerrada la llegada de Guaita, ex de Valencia y Getafe y viejo conocido para Rafa Benítez. Ahora vuelve a sonar Adrián Embarba, jugador del Almería y que ya interesó a los gallegos al inicio del mercado de fichajes.
La salida de Adrián Embabra de la UD Almería se plantea complicada, siempre y cuando el jugador madrileño está siendo habitual en las alineaciones del conjunto indálico. En los tres partidos que llevan disputados los andaluces en LaLiga EA Sports, Embarba jugó los 90 minutos frente al Rayo Vallecano y al Real Madrid. Fue sustituido en el 72 en el derbi frente al Cádiz.
Adrián Embarba tiene contrato con el Almería hasta junio de 2026. La llegada de Embarba al Celta de Vigo, está supeditada a la salida en primer lugar de la disciplina gallega de Franco Cervi que está ultimando su traspaso al futbol mexicano para recalar en Tigres, por lo tanto, Embarba sería el sustituto natural de Cervi y a este recambio, se le sumaría el sueldo de Embarba, de entorno a 1 millón de euros.
El Celta de Vigo, tal y como hemos señalado anteriormente, no es la primera vez que se fija en Embarba. El madrileño ya estuvo en el punto de mira de los gallegos cuando este jugaba en el Rayo Vallecano, también se planteó su incorporación cuando el Espanyol descendió en 2020, por lo tanto, esta intentona por traer al extremo a tierras gallegas sería la tercera y desde el club vigués, esperan que sea la última, pero todo depende de lo que ocurra con Cervi.
Embarba además es experto en moverse en arenas movedizas, ya que con el Almería fue protagonista de uno de los goles que le sirvieron a los andaluces para conseguir la salvación de forma matemática. Por lo tanto, es el tipo de jugador que cuando las cosas se ponen complicadas, no se amilana y suele dar un paso al frente.