Hablar de Claudio Giráldez es hacerlo de la recuperación del Celta de Vigo. Tras ver a los gallegos sufriendo de lo lindo con Rafa Benítez al frente, el cambio de técnico a 10 jornadas del final del curso 2023-24 supuso no sólo un soplo de aire fresco para los gallegos, sino la salvación tras meses de auténtico sufrimiento.
El de Porriño ha levantado al equipo, le ha dado personalidad y valentía, factores que ahora caracterizan su juego cada que salta al césped, pero que en caso alguno esconden la cuenta pendiente que tiene el preparador de 36 años con el equipo. ¿De qué hablamos? De los goles encajados.
Si bien el fútbol del Celta es alegue y hasta cierto punto anárquico, quizás justo ese entusiasmo con el balón les esté pasando factura sin él. En lo que llevamos de temporada es el segundo equipo más goleado con nueve tantos en contra, sólo superado por un Real Valladolid (su próximo rival en LaLiga EA Sports) que acumula 10 tras llevarse siete en su visita al FC Barcelona.
Recibir muchos goles en contra en un corto periodo de tiempo –van siete en los dos últimos choques ante Villarreal CF y CA Osasuna– podría ser un incidente puntual, pero no tanto el hecho de que los celestes hayan encajado al menos un tanto en 13 de los 14 encuentros dirigidos por Giráldez; es más, el único el que se mantuvo imbatido fue en el de su debut, el cual concluyó con un 0-0 ante el Rayo Vallecano.
Vista la dinámica defensiva del equipo, Giráldez ha admitido que sufren desconexiones y que todos deben reflexionar para poder remedio a la sangría de goles en contra. "Defendiendo así es imposible competir en Primera División. Osasuna ha aprovechado sus ocasiones y nos ha hecho tres goles de la manera que sabíamos. Hablamos de situaciones puntuales que restan mérito al buen trabajo general del equipo", expresaba tras caer en El Sadar.
Lesionado desde los albores del curso 2023-24, Joseph Aidoo parece listo para volver a competir. Durante la pretemporada Giráldez le dio minutos en cuatro partidos, pero por ahora no ha jugado ni uno solo en los compromisos oficiales. Tras dos semanas de parón que le han servido para continuar con su puesta a punto, no se puede descartar que de cara al choque contra el Real Valladolid reaparezca en una zaga que sin duda necesita un líder fuerte.