Fernando Mateos4 min lecturaRafa Benítez salvó el ‘macth ball’ de hace dos jornadas ante el Almería, con una victoria por la mínima que le mantuvo en su cargo, pero volvió a firmar una nueva derrota el pasado fin de semana ante el Real Madrid. Caer en el Bernabéu puede entrar dentro de lo esperado, pero el triunfo del Cádiz provoca que el colchón con respecto al descenso haya menguado a sólo dos puntos, lo que ha vuelto a disparar todas las alarmas en el Celta de Vigo, si es que no estaban ya más que encendidas.
Una vez más, los focos apuntan al técnico madrileño, seriamente discutido. De hecho, dentro del propio club gallego hay quien aboga por su destitución para busca una reacción en las diez jornadas que restan. Pero el consejo de administración que preside Marián Mouriño ha descartado esta posibilidad de momento, según informa Relevo.
Hay varios motivos que llevan a los dirigentes celestes a mantener al ex del Liverpool en su puesto, aunque ninguno de ellos tiene que ver realmente con una confianza ciega en sus capacidades, pues los números son los que son, con cinco victorias en 28 jornadas como pobre bagaje.
Así, desde hace tiempo se viene apuntando que su elevado sueldo es una de las grandes razones que frenan el despido. Benítez aterrizó de la mano de Luis Campos como el técnico mejor pagado de la historia del club, con un contrato de tres temporadas para poner un proyecto a largo plazo. Por ello, prescindir de sus servicios supondría una importante merma económica, afectando directamente al límite salarial de la próxima campaña.
Pero, además, en la planta noble de Balaídos entienden que cambiar de entrenador no es sinónimo de éxito. Para ello, toman como ejemplo lo sucedido este mismo curso con otros equipos que se hayan inmersos en la zona baja de la tabla. Es el caso del Almería y del Granada, donde Gaizka Garitano y Alexander Medina no han logrado levantar el vuelo. Pero también del Rayo Vallecano y del Cádiz, que tampoco han mejorar sus guarismos con Iñigo Pérez y Mauricio Pellegrino, respectivamente.
Esta realidad provoca dudas a la hora de llevar a cabo un relevo en el banquillo. Pero hay un tercer motivo que refuerza la decisión de quienes gobiernan el Celta para dejar las cosas como están: apenas hay tiempo para que el nuevo técnico pueda gozar de un necesario periodo de adaptación.
Benítez dirigirá al equipo el próximo domingo, en otro duelo clave a domicilio ante el Sevilla FC. Y salvo sorpresa, también estará en el duelo ante el Rayo Vallecano que tendrá lugar después del parón, por lo que luego sólo quedarían ocho partidos hasta el final del campeonato.
Esto no quiere decir, no obstante, que el madrileño tenga asegurado terminar la temporada. Serán los resultados los que marquen su futuro más inmediato, puesto que una racha de derrotas puede obligar a los rectores a tomar unas medidas que ahora mismo se considerarían desesperadas.
Si se llegase a esa situación, no habría muchas alternativas, siendo Claudio Giráldez, técnico del filial, quien más papeletas tendría para acabar el curso. De momento, desde el club descartan esta opción y cierran filas en torno a Benítez, pero es un secreto a voces que existe una gran preocupación.