A día de hoy, el principal objetivo del Celta de Vigo no es otro que el de cerrar definitivamente la venta de Gabri Veiga al Nápoles, una operación que lleva sonando desde hace varias semanas y que parece que nunca llega a su fin.
Este movimiento supondrá el traspaso más caro de la historia del club, por lo que supone un gran deseo para ambas partes. Con esta salida, el Celta recibirá casi 40 millones de euros, una enorme cifra con la que podrá buscar otros refuerzos en el poco tiempo que queda de mercado de fichajes.
Por otro lado, además del ingreso generado por parte de Veiga, el club celeste también deberá dar salida a todos aquellos jugadores con los que Rafa Benítez no cuenta, de esta forma todo podrá moverse más rápido.
Al Celta le urge llevar las salidas a cabo sin más demora, una operación que se encuentra en pleno parón. Los futbolistas que no cuentan para Benítez son Sergio Carreira, José Fontán, Miguel Baeza y Gonçalo Paciencia.
Los tres primeros mencionados no se encuentran ni inscritos en LaLiga. La ficha de los canteranos era la más importante para liberar esa parte del límite salarial asignado por LaLiga a propuesta del propio club.
La salida de José Fontán parece la más complicada, ya que a pesar de que varios clubes como el Andorra o el Sporting de Gijón mostraran en un principio interés por el jugador, nada de esto se ha llevado a cabo. Sus agentes continúan buscándole un nuevo destino, sin embargo, no está habiendo éxito hasta el momento.
El caso de Gonçalo Paciencia es diferente al resto, ya que aunque no cuente para Rafa Benítez, el futbolista si está inscrito en LaLiga, algo que sorprendió bastante. Tanto el club como el entrenador le comunicaron que su presencia iba a ser bastante nula a lo largo de la temporada, por lo que lo más sensato era buscar un nuevo rumbo.
Después de la importante operación por Gabri Veiga, su otra prioridad es solucionar el problema causado a paciencia tras un año de anunciar su fichaje. Su ficha supera el millón de euros netos por temporada, contando con un año más de contrato y otro opcional hasta 2025, por lo que han decidido ofrecerle carta de libertad. Sin embargo, pese a ello, el jugador ha rechazado esa opción e incluso ha optado por no echarle un ojo a las propuestas ofrecidas.
Aunque varios clubes quieren hacerse con sus servicios, la realidad es que ninguno puede acercarse al sueldo que recibe en el Celta.