Fernando Mateos3 min lecturaCada vez que hay un parón de selecciones, los clubes con internacionales cruzan los dedos para no tener que lamentar las consecuencias del llamado ‘virus FIFA’, que en este caso ha afectado de lleno a Celta de Vigo y Almería. Ambos clubes se lamentan por la mala fortuna que ha perseguido a dos de sus jugadores, que han regresando a casa con sendas lesiones de gravedad.
En el caso del conjunto gallego, que ha tenido que hacer frente a otro contratiempo en las últimas horas, perderá prácticamente para lo que resta de temporada al central Joseph Aidoo, que se produjo una rotura en el tendón de Aquiles izquierdo en un amistoso entre Ghana y México. Por su parte, en el Estadio de los Juegos Mediterráneos han visto mermado su ataque con la lesión de Ibrahima Koné, que sufrió una luxación de su tobillo derecho en otro duelo amistoso, entre Mali y Uganda, y deberá permanecer entre cinco y seis meses de baja.
Ambos equipos se plantean ya acudir al mercado invernal para buscar sustitutos, pues se trata de dos ausencias importantes. Pero mientras tanto, aunque no sirva de alivio, tanto Celta como Almería deberán recibir una indemnización de la FIFA, tal y como recoge el Programa de Protección de Clubes que el máximo organismo futbolístico internacional prorrogó el pasado verano hasta 2026, con un límite total de 80 millones de euros al año.
Según se refleja en el citado programa, “los clubes serán indemnizados, hasta cierto punto, si sus futbolistas profesionales sufren lesiones a causa de un accidente mientras juegan con las selecciones absolutas representativas en partidos disputados en las fechas que figuran en el calendario internacional de partidos para el periodo que va hasta el 31 de diciembre de 2026”.
El requisito para acogerse a esta indemnización es que la lesión “dure más de 28 días consecutivos, como resultado de lesiones corporales causadas por un accidente durante el tiempo operativo de los partidos”, algo que en ambos casos se cumple de sobra, siendo a su vez ese el plazo que los clubes tienen para realizar la oportuna reclamación.
A partir de ahí, teniendo en cuenta el salario fijo del futbolista en cuestión, la FIFA prevé una indemnización máxima de hasta 7,5 millones de euros por futbolista y accidente, calculada sobre la cantidad máxima diaria de compensación, que asciende a 20.548 euros, pudiendo alargarse durante 365 días como tope. Sin duda, unas importantes cifras que dependen, eso sí, del caché salarial de cada futbolista, lo que hará que su club perciba más o menos dinero.