Borja Iglesias es otro. Más rápido, más sonriente, goleador... Cambiar de aires durante un año para dejar aparcado al Real Betis y jugar en el equipo de su tierra, el Celta de Vigo, le ha sentado tan bien como explican los cuatro tantos que acumula en nueve jornadas de LaLiga EA Sports. Con socios como Iago Aspas u Óscar Mingueza, el Panda ha vuelto por sus fueros y ayer, en campo de la UD Las Palmas, dio el picotazo que posibilitó a los gallegos llevarse los tres puntos.
Los cierto es que el choque en Gran Canaria acabó con celebración celeste, pero por el camino sufrieron de lo lindo. Con dos jugadores expulsados, los chicos de Claudio Giráldez encararon el último tercio del encuentro con nueve jugadores. Fueron más de 40 minutos de sufrimiento, pero se mantuvieron en pie. El delantero gallego no puede sino sentirse orgulloso del trabajo de todo el grupo para lograr tan importante triunfo.
"Hicimos un trabajo brutal y fuimos capaces de sobreponernos a las dos tarjetas rojas recibidas. Fue una prueba de que somos capaces de defender, de sufrir, de ser consistentes en nuestro área, es algo que estamos trabajando mucho y hoy con dos jugadores menos lo hemos demostrado", señaló al ser cuestionado en LaLiga TV.
Profundizando algo más en cómo fueron capaces de aguantar ante el empuje de los canarios, quienes no han logrado ganar hasta la fecha y se lanzaron con todo para remontar, Borja explica que el hecho de no ahorrarse esfuerzo alguno fue determinante. "Estuvimos intensos. Nos hemos sobrepuesto a situaciones adversas que a veces suceden y es con lo que nos tenemos que quedar", recalcaba.
Eufórico por la victoria, la cual deja al Celta en una cómoda novena plaza con hasta 13 puntos, el ariete no quiso mojarse entrar a valorar las expulsiones de sus compañeros Moriba y el capitán Iago Aspas, al comienzo de la segunda parte, las cuales se produjeron en apenas cinco minutos. El medio vio la roja por dos amarillas más que rigurosas, mientras que el de Moaña fue expulsado por protestar.
Esa es la sensación que transmite el Celta de Vigo. Desde que Claudio Giráldez se hizo cargo del equipo a 10 jornadas del final de la campaña 2023-24, este ha dotado al vestuario de carácter y confianza, dos matices realmente importantes para salir a ganar de verdad contra cualquier rival. Por cierto, la de ayer fue la primera portería a cero de los gallegos en lo que llevamos de campaña.