Hugo Sotelo puede tener nuevo equipo en breve. El joven jugador del Celta de Vigo parecía destinado a ser el gran símbolo del nuevo proyecto de los gallegos, pero la realidad está siendo bien distinta. Aunque el plan del equipo de Balaídos siempre ha sido renovar su contrato y darle galones en el primer equipo, ahora el escenario es muy diferente; tanto es así que ya ha empezado a ofrecerle en el mercado a otros equipos de Primera división.
El Celta no quería llegar a este punto, pero no aguanta más. En el mes de enero, y tras ver su enorme papel en el primer equipo –aún entonces entrenado por Rafa Benítez–, plantearon por primera vez al jugador de tan solo 20 años una oferta de renovación. Desde aquel día, en Vigo han apurado las opciones para ampliar el acuerdo entre ambos, pero han chocado con las pretensiones de sus representantes, las cuales ven desorbitadas para un chico que acaba de iniciar su carrera en LaLiga EA Sports. Más claro: la dirección deportiva aboga por ir aumentando su salario poco a poco y su agente por un gran salto desde ya.
La realidad es que los vigueses se han ven ahora en un callejón sin salida. Finalizando el actual acuerdo el 30 de junio de 2025, y con las negociaciones rotas salvo giro inesperado de los acontecimientos, el plan de la escuadra de Galicia es conseguir un ingreso inmediato que evite que su joven talento se marche gratis en un año, ya que desde el 1 de enero seré libre para negociar y firmar con otro equipo.
En el Celta hay hartazgo. Entienden que desde el primer momento se han portado realmente bien con el futbolista y que en estos meses de conversaciones no se ha puesto de su parte para alcanzar un entendimiento. Hace tiempo –durante el transcurso de la campaña 2023-24– hicieron realidad su deseo de no volver al filial. Ahora, ya casi sin opciones de renovación, creen que no han sido correspondidos de la manera correcta; tanto es así que le han castigado al mandarle al segundo equipo de cara a la presente pretemporada...
La pelota está ahora en el tejado de Sotelo, quien debe elegir entre reducir sus pretensiones para continuar en el Celta o hacerse a la idea de un cambio de equipo casi inmediato. Lo cierto es que no deberían faltarle pretendientes, ya que en la campaña pasada dio grandes muestras de talento en los 17 partidos que disputó en Primera división. Su venta está activada y sólo él mismo puede frenarla.