Álvaro Cervera podría volver al fútbol profesional español. En el momento en el que se escriben estas líneas, el ex entrenador del Cádiz Club de Fútbol es uno de los candidatos para hacerse con el banquillo del Real Oviedo, histórico del fútbol español en horas bajas y cuyo deseo es volver a Primera división. Es probable que en el momento en el que lea usted este artículo, el guineano ya sea dueño del banquillo asturiano, o que por el contrario, desde Oviedo se haya elegido a otro técnico.
En enero se cumplirá un año del día en el que el cuadro gaditano anunciaba a través de un comunicado que Álvaro Cervera dejaba de ser entrenador del Cádiz tras siete temporadas. Desde entonces, poco se ha sabido de su vida, alguna que otra charla en cursos de entrenadores, alguna que otra declaración deseando la permanencia del Cádiz y recientemente viendo un partido del Levante UD, una instantánea que hizo saltar muchos rumores sobre su desembarco en el Ciutat de Valencia.
Sin embargo, en este texto no se quiere hablar en pasado de Álvaro Cervera y de todo lo logrado en Cádiz, sino todo lo que puede aportar al fútbol español. Hay que partir de la base, que quien escribe siente especial predilección por el guineano, por su forma de entender el fútbol y por todo lo logrado en Cádiz. El fútbol español necesita entrenadores como Álvaro Cervera. Técnicos sin pelos en la lengua, que defiendan su idea de juego hasta el final, sin importar la presión de la dictadura del tiki-taka, un entrenador capaz de sacar el 110% del rendimiento a cualquier plantilla que tenga a su cargo.
La frase “La lucha no se negocia” es una forma de entender la vida. En el mundo en el que nos ha tocado vivir, cada vez más complejo y con más trabas, hacerse un hueco y alcanzar tus sueños parece casi imposible, pero pelea por ellos. No importa las adversidades que te depare la vida, como decía Rocky Balboa “El mundo no es todo alegría y color... Es un lugar terrible, y por muy duro que seas, es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente si no se lo impides. Ni tú, ni yo, ni nadie golpea más fuerte que la vida. Pero no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte. Y lo aguantas mientras avanzas, hay que soportar sin dejar de avanzar. Así es cómo se gana. Si tú sabes lo que vales, ve y consigue lo que mereces”.
Una frase que incluso muchos enfermos en Cádiz se la han grabado en la piel, “La lucha no se negocia”, una forma de entender la vida, una forma de creer.
Solo el futuro nos hará conocer el futuro de Álvaro Cervera, quien sabe si como entrenador del Real Oviedo u otro equipo. Quizás se haga cargo del equipo asturiano y descienda a Primera RFEF, quizás logre un ascenso a Primera división, solo el tiempo lo dirá, pero qué bueno sería verle de nuevo entrenar. En Oviedo, curiosamente, comenzó la leyenda de “La lucha no se negocia”.
Su ciclo en Cádiz, como el de Guardiola en el Barça o Zidane en el Madrid estaba agotado, tuviera él más o menos culpa de la situación deportiva. Él salió, y llegó Sergio, y lo importante para la afición del Cádiz es que el catalán logró revertir una situación que parecía imposible en enero.
Ahora, el turno del guineano podría llegar de nuevo. En Oviedo, Valencia o dónde sea… pero siempre con una premia: “La lucha no se negocia”.