Tras caer el pasado fin de semana ante el Real Madrid, las opciones del Cádiz CF para conseguir la salvación se complican todavía más, requiriendo los amarillos un auténtico milagro en estas cuatro últimas jornada de LaLiga.
El equipo dirigido por Mauricio Pellegrino requiere un pleno de victorias en las cuatro jornadas que restan para el final del campeonato y, a la vez, esperar que sus rivales directos por la permanencia pinchen. Se antoja prácticamente imposible, teniendo en cuenta la trayectoria de los gaditanos a lo largo de la presente temporada, en la que no han sido capaces de conseguir algo similar.
Este próximo domingo (14:00 horas) el Cádiz se la juega frente al Getafe, por lo que ha abierto una promoción de entradas para sus abonados con la clara intención de llenar el Nuevo Mirandilla y que la afición amarilla meta el primer gol.
La victoria del Celta ante el Villarreal libera virtualmente a los celestes, que dejan de ser el equipo referencia para el Cádiz, una vez que le haya metido una distancia de ocho puntos. La plaza 17 la ocupa ahora el Mallorca, con seis puntos sobre el Cádiz, que marca el descenso. En realidad son siete, pues hay que sumarle también el ‘gol average’. Es decir, que hace falta un milagro; un giro inesperado que le permita aferrarse a Primera división.
Un milagro, el de la salvación del Cádiz, que podría pasar por los despachos. En las últimas fechas, diferentes medios apuntan desde Ucrania que el abogado Evgeniy Kuzmin ha elevado una reclamación a la UEFA por presuntas irregularidades en el pago por el fichaje del delantero Artem Dovbyk, lo que en palabras del propio letrado podría acarrearle a los clubes “una gran multa, la privación de la licencia y la exclusión de la participación en el campeonato nacional y en los torneos europeos”. Es decir, un descenso administrativo en toda regla que, de acabar tomando forma, privaría al Girona CF de la Champions, cuya participación certificaron imponiéndose al Barça, y de Primera división.
Ahí es donde, dado el caso, podría entrar en juego el Cádiz. Y es que tal como se adoptó en su momento por votación asamblearia de LaLiga, en el caso de que un club pierda la categoría de manera administrativa, su plaza será ocupada por el equipo descendido con mejor clasificación deportiva. Privilegio que esta temporada gozará el conjunto amarillo, una vez que Almería y Granada tengan ya asegurado el descenso de categoría, aunque aún sea virtual.
La posibilidad, en cualquier caso, se antoja remota, pues en Girona, tal y como ha podido conocer este diario, no tienen conocimiento alguno de este supuesto problema ni han recibido ningún tipo de notificación por parte de la UEFA, con la que, por otro lado, están en contacto directo con motivo de adecuar sus instalaciones a la normativa UEFA para poder participar el próximo año en Champions. La tranquilidad en el club catalán es total, apostillando que, llegado el caso, colaborarán con el organismo europeo ante cualquier tipo de solicitud.
Consumado el descenso del Cádiz, además, habría que conocer si el conjunto amarillo, finalmente, realiza algún tipo de movimiento al respecto para informarse o tratar de conocer cuál es la situación real de esa reclamación a la UEFA sobre el fichaje de Dovbyk y cómo puede acabar afectando al Girona. En principio, todo apunta a que tendrá poco recorrido; al menos en lo que a posibles perjuicios podría acarrearle al conjunto rojiblanco.