Había destacado y avisado Sergio González en la previa que el balón parado podría ser decisivo o clave en el partido y no le faltó razón. Los pequeños detalles cuentan y el Mallorca abrió el partido en un saque de esquina, algo que al Cádiz este año se le está atragantando, siempre muy lejos de generar peligro de las jugadas de estrategia, como se pudo comprobar también en este partido.
No se equivocó el técnico catalán quien también aseguró que a su equipo le faltaban dos victorias de los cinco partidos restantes para salvarse. Ahora son solo cuatro los que quedan y al equipo amarillo le vuelven a entrar las urgencias en un tramo final de Liga que volverá a ser de infarto y tiene pinta de que tendrá que decidirse en la última jornada en Elche, como sucedió en Vitoria el año pasado y otras tantas veces a lo largo de su historia.
Porque es cierto que las matemáticas apuntan a llegar, al menos, a los 41 puntos y que el Cádiz sigue dependiendo de sí mismo para la salvación. Pero también es igualmente cierto que el margen se estrecha, las urgencias aparecen y los partidos de casa, Valladolid y Celta han cobrado más protagonismo e importancia que nunca. A nadie se le escapa ahora mismo que el encuentro ante los de Pucela el próximo viernes -otra vez en viernes- es una de esas finales que los dos querrán ganar y que no tendrá como premio un trofeo pero sí seis puntos hacia la salvación, los que uno suma y el otro no. Tal y como están las cosas, no ganar en casa al Real Valladolid supondrá rezar a todos los santos y vírgenes posibles para lograr los puntos necesarios antes del final de Liga. Y más con un equipo que, excepto en el paréntesis del Valencia y esa victoria, suma cinco derrotas de los últimos ocho partidos.
Consciente de ello y mucho es Fali, central cadista que mostró el enfado pero el optimismo de cara al futuro. "Estamos bien jodidos pero de peores cosas hemos salido, cabeza alta. En este tipo de partidos cuentan los pequeños detalles y así ha sido, un córner que no teníamos que haber concedido, luego no hemos defendido bien y hemos perdido un partido pero en una semana tenemos otra final en casa ante el Valladolid", comenzaba el central valenciano del Cádiz.
El jugador coincidió con su entrenador en que los pequeños fallos cuentan y mucho: "Cuando estás ahí abajo por algo es, los pequeños detalles a favor o en contra te marcan aún más. Tenemos que hacer un poco de más daño, ser un poco más malos y el mensaje es que no quedan doce puntos sino tres. Sabemos que para salvarnos hay que ganar en casa y hoy perder el partido por poco, hay que entrenar, es un golpe duro, pero de peores hemos salido y a prepararnos lo mejor posible para la final con nuestra afición el viernes", finalizaba el central amarillo.