Awer Mabil no lo ha tenido fácil en la vida. La madre del jugador del Cádiz Club de Fútbol, durante la segunda guerra civil de Sudán, que llevaba más de diez años y que se había cobrado la vida de su pareja. Logró con dificultades llegar a Kakuma, a un campo de refugiados en Kenia, y allí, en septiembre de 1995 nació Awer Mabil, uno de los fichajes del cuadro gaditano para la presente temporada.
La pobreza era continua durante los primeros años de su vida, y en 2006 puso rumbo a Australia. Allí estuvo jugando en el South Australian Sports y a los 16 años fichó por el Adelaide United, debutando con el primer equipo en enero del año 2013. Tras tres años en Australia, marcó ocho goles y dio cuatro asistencias en 47 partidos de liga, por lo que sus buenas actuaciones lo llevaron a ser fichado por el Midtjylland a cambio de 400.000 euros. En su estancia en Europa estuvo cedido en clubes como el Esbjerg de Dinamarca y al Paços de Ferreira.
Debutó con la selección absoluta de Australia en el 15 de octubre del año 2018 en un amistoso ante la selección de Kuwait y en los 17 minutos que disputó llegó a marcar un tanto. Tras una cesión en el fútbol turco, firmaba a coste cero con el Cádiz Club de Fútbol.
Junto a la selección de Australia logró la clasificación para el Mundial de Qatar 2022, y está dando el 100% para ser llamado por su seleccionador.
El jugador es una de las estrellas del combinado de Oceanía y ha compartido un emotivo vídeo en su perfil de Instagram en el que relata sus orígenes en el mundo del fútbol hasta llegar a ser un jugador de una de las ligas más prestigiosas como es el campeonato español.
“Hola, Soy Awer Mabil de la selección australiana”, empieza diciendo en el vídeo. “Hace unos días recibí un correo muy especial de la escuela primaria Bridgewater de Adelaida, eran unas cartas muy especiales redactadas por los alumnos, que me conmovieron y me emocionaron en relación con algunas de sus preguntas sobre mi viaje en la vida”.
Reconocía Mabil que “no fue fácil al principio, pero la vida se convierte en lo que uno hace”.
A pesar de todo, “al crecer, nos divertimos mucho en Kakuma. El fútbol me salvó la vida y me motivó a hacer amigos, especialmente cuando llegamos a Australia”.
“Sabía que dependí de mí trabajar duro y seguir mis sueños. Siempre ha sido un sueño jugar con los socceroos y en una de las mejores ligas del mundo. Sigue tus sueños y trabaja duro”, concluye el jugador del Cádiz CF.