“No soy un burgalés, pero soy un hijo del frío”. “El cariño es lo único que dura para siempre”. Ésas son solo dos frases de la rueda de prensa de despedida del delantero del Burgos CF Saúl Berjón, que achacó la rescisión de su contrato como jugador blanquinegro a “cosas del fútbol”. En su adiós estuvo acompañado por Rodrigo Santidrián, presidente del club; y Michu, director deportivo, además de por compañeros de vestuario y empleados de diversas áreas de la entidad.
“Han sido dos temporadas y media maravillosas. Me he sentido como en casa y he sido muy feliz. Vine a un proyecto deportivo ilusionante y el objetivo del ascenso se logró. Ahora, el club está en pleno crecimiento y le quedan todavía muchas cosas bonitas por vivir. Desde el principio vi que, aunque estábamos en Segunda B, había jugadores de otro nivel, incluso para jugar en Primera División”, afirmó después de ver una proyección con sus mejores momentos con la camiseta del Burgos CF.
Berjón se marcha del Burgos sin definir su futuro y sin conocer cuál será su próximo destino, que podría estar “en Segunda División” o en “Primera RFEF”: “He recibido varias llamadas y otras que llegarán. Espero volver a El Plantío con la intención de ganaros aunque me fastidie. Ésta es mi casa, me han hecho sentirme muy feliz. Este año contaba menos, pero esto es fútbol, no es culpa de nadie, ahora solo quiero disfrutar de un proyecto nuevo”, explicó, acercando las claves de su salida.
El atacante se había convertido en un jugador histórico para el conjunto blanquinegro tras marcar el gol que hace dos temporadas (2020/2021) dio el ascenso al Burgos CF al fútbol profesional después de 20 años. “En la primera temporada tuve más continuidad, el año pasado tuve dos lesiones y jugué menos. El primer año teníamos el mejor equipo de la categoría, pero echaba de menos jugar en Segunda División. Pasamos una situación complicada en el mes de enero, pero fuimos capaces de superarla porque formamos una familia y por eso conseguimos sacarlo todo adelante”, rememoró, destacando la unión que reina en el conjunto burgalés.
Respecto a sus proyectos cuando cuelgue las botas, Berjón no dio muchas pistas, al ver “aún lejana” su retirada. “Ser director deportivo como Michu es muy difícil, pero entrenar me gusta cada día más. A pesar de que voy a cumplir 37 años, prefiero disfrutar de lo que me queda. Luego ya me formaré”, finalizó.
El jugador recibirá un homenaje de despedida antes del partido del domingo en El Plantío ante el Andorra.